¿cómo eligen los libreros los libros que nos ofrecen?
Mientras que son muchos los libros que se publican cada año, el espacio del que disponen las librerías para exhibirlos —y aún más para darles un emplazamiento lo suficientemente bueno como para hacer que sobresalgan entre todos los demás— es escaso. De hecho, una queja frecuente de los editores se deriva de la alta rotación de la mercancía en las librerías. Como nos dijo Pere Sureda —director de la editorial Belacqva— en la entrevista que le hicimos hace unos meses, en un mercado tan saturado ‘es cierto eso de que permanecer una semana en la mesa de novedades equivale casi a alcanzar la inmortalidad’.
Un reportaje del especial de la rentrée littéraire de la revista Lire indaga en la manera como los encargados de las librerías escogen los libros que van a ofrecer en ellas.
‘¡He visto pasar por mi escritorio casi la totalidad de los 700 libros de la rentrée! A fin de cuentas, sólo 200 figurarán sobre mis estantes. Y solamente algunos tendrán derecho a mis corazonadas…’, dice la administradora de una sucursal de Le Furet du Nord —perteneciente al grupo Virgin Megastores—.
Los encargados de las librerías se vuelcan ‘desde hace varios meses sobre los programas de publicación señalando autores fetiches, éxitos esperados o afortunadas sorpresas de esta rentrée littéraire. Un trabajo de buscador de oro, paciente y a menudo difícil, para estos enamorados del libro obligados a pasar por el tamiz una producción literaria masiva para dar con las piedras más preciosas’.
Según el reportaje, las editoriales informan a sus representantes sobre sus próximos lanzamientos pero estos a su vez ‘conocen nuestros gustos [los de los libreros] y saben cuáles novelas presentarnos’. Los representantes de las editoriales le permiten a la gente de las librerías ‘identificar los títulos que serán publicados gracias a argumentos detallados —síntesis, críticas y perfiles de los autores—‘.
Por otro lado, la encargada de una tienda de Virgin afirma que ‘pocos títulos son centralizados por la casa matriz e impuestos a todas las librerías. Naturalmente nos exigen pedir libros de Stephen King o Harry Potter. Esto obedece a una evidente lógica comercial. Ningún librero, independiente o no, se rehusará a vender un Marc Levy porque no le guste el libro’.
‘Además del trabajo de los representantes, los libreros reciben para la rentrée littéraire de septiembre una gran cantidad de libros con anticipación —desde el mes de junio—’ porque estos no sabrán vender libros que no hayan leído.
Sin lugar a dudas, al permitirnos ver las cosas desde una perspectiva a la que no solemos tener acceso todos estos testimonios nos llevan a los lectores del común a ver aspectos que desde nuestra posición habitual no conseguimos percibir y nos plantean una serie de preguntas que hasta ahora probablemente ni se nos había ocurrido formularnos.
8 comentarios:
"Y solamente algunos tendrán derecho a mis corazonadas…"
¿Pero, se eligen sólo por su valor literario, o por su previsión de ventas? ¿Por ambos aspectos?
Hummmmmmm, no sé.... En eso los franchutos parecen mantenerse en la línea tradicional del sector cultural francés de ceñirse en lo posible a la calidad de "las artes del espíritu".
Aunque bien lo dice la librera: 'Naturalmente nos exigen pedir libros de Stephen King o Harry Potter. Esto obedece a una evidente lógica comercial. Ningún librero, independiente o no, se rehusará a vender un Marc Levy porque no le guste el libro’
Aquí, en Catalunya, hay muchos libreros, independientes o no, que sí rehusan, ¡Ya lo creo que lo hacen! A veces pienso que en lugar de crear un negocio quieren crear una especie de biblioteca particular.
¡Hombre! POr fin se habla bien y se reconoce, aunque sea un poquito, el trabajo prescriptivo que realizan los representantes en un medio de referencia como es la revista LIRE. Por que en este país tanto críticos, editores y libreros suelen mirarnos de manera harto desdeñosa.
Udelianos, cada vez soy más consciente de la importancia del rol de los libreros y me intereso más por incorporar su perspectiva. Pero cuando uno está por fuera del sector toma su tiempo aprender a identificar sus puntos de vista porque los libreros son un actor omnipresente pero silencioso.
Snif! Snif! ¿Seguro que has leído bien nuestro post?
Lo malo es que cada vez quedan menos libreros independientes. Al menos aquí en Madrid. Cada vez más, las librerías se integran en los centros comerciales, donde la calidad, estoy seguro, no es la principal motivación a la hora de exponer un libro.
No conozco el caso concreto de Madrid pero debido al auge de las grandes superficies y de las tiendas en línea la tendencia mayoritaria en todas partes es hacia el debilitamiento o la desaparición paulatina de las librerías independientes, para las que el libro es una mercancía como cualquier otra.
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