viernes, 29 de agosto de 2008

otoño

Sí, señores. Agosto ha llegado a su fin y con él esta temporada estival. Aunque esta realidad pueda atormentar a quienes ya tomaron sus vacaciones, créanme que para mí que me quedé pringando todo el verano es todo un alivio. De momento aprovecharé este fin de semana para despedir este verano cuyos últimos resuellos estoy esperando desesperadamente desde mediados de mes.


El 1 de septiembre todo empezará a volver a la normalidad muy lentamente. Para quienes estamos interesados en el sector editorial, la movida de los meses que vienen será bastante intensa e interesante: lanzamiento de novedades de otoño, Feria de Frankfurt, Liber, Kosmopolis, el evento La edición se reinventa: los editores, la globalización y la cultura —organizado por CaixaForum bajo la dirección de Sergio Vila-Sanjuán— y Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).


Aunque es imposible estar en todas partes, seguro que quienes vayan a cada uno de estos eventos darán cuenta de lo que suceda allí.




Aprovecho para presentarles algunos de los contenidos que estoy preparando en este momento para publicar durante este otoño en [ el ojo fisgón ]:


- entrevista a Sergio Vila-Sanjuán, redactor-jefe del suplemento cultura/s de La Vanguardia, comisario del Año del Libro y la Lectura 2005 y autor de Pasando página. Autores y editores en la España democrática y de El síndrome de Frankfurt.


- entrevista a Pablo Odell, promotor del proyecto Tökland —revista audiovisual de fomento a la lectura y Observatorio sobre la Edición del Siglo XXI— y director comercial y de desarrollos corporativos de Pensódromo —que, por cierto, está estrenando página Web—.


- notas sueltas sobre la rentrée littéraire en Francia y sobre las novedades editoriales de otoño en España.


- entrevistas a tres diseñadores editoriales colombianos cuyo trabajo me gusta muchísimo: Camilo Umaña, Diego Amaral y Pablo Arrieta —aún por confirmar—.


Si todo sale bien, la próxima semana entrevistaré a Pierre Assouline y en Colombia me pondré en contacto tanto con la gente de La Silueta ediciones y de Tragaluz editores como con un par de diseñadores editoriales más que me recomendó Camilo Umaña.


Ya veremos cómo sale todo.


Nota: imagen pirateada de la galería de flickr de Sfer

jueves, 28 de agosto de 2008

alternativas para la promoción de libros en internet

Ayer recibí una nota de prensa de Libros del Asteroide en la que el editor Luis Solano anuncia la salida el próximo 1 de septiembre de la novela Postales de invierno, de Ann Beattie.




Reproduzco la nota:


Asunto: Asteroide publica la novela de culto Postales de invierno, de Ann Beattie


LIBROS DEL ASTEROIDE PUBLICA POSTALES DE INVIERNO DE ANN BEATTIE, NOVELA DE CULTO QUE RETRATÓ LA CLASE MEDIA URBANA DE LOS SETENTA EN EE. UU., PIONERA EN LA COMBINACIÓN DE MÚSICA POP Y LITERATURA


Libros del Asteroide publica Postales de invierno, de la norteamericana Ann Beattie (1947), novela generacional pionera en su retrato de los jóvenes urbanos de clase media. Ann Beattie irrumpió con fuerza en el panorama literario nortemamericano en 1976 con dos libros de amplia repercusión, la novela Postales de invierno y el libro de relatos Distortions.


Postales de invierno cuenta la historia de Charles, un joven perdidamente enamorado de Laura, una mujer casada; de su amigo Sam, eterno parado; de Pamela, su ex novia lesbiana; de Clara, su hipocondríaca y depresiva madre; de Tod, su padrastro, un hombre triste y resignado; y de Susan, su hermana, universitaria dispuesta a casarse por comodidad y por aburrimiento. Beattie utiliza la música pop, el cine, la televisión y otros elementos de la cultura popular para tratar con ironía temas tan universales como el amor no correspondido, la insatisfacción laboral o las relaciones familiares y logra una divertida aunque agridulce mirada a una generación que todavía no ha encontrado su sitio. Algunas de las canciones más famosas de la música pop le sirven a Beattie para imprimir mayor fuerza a la novela, una de las primeras en incluir dentro de su imaginario la música popular; algunas de estas canciones se pueden escuchar en: www.myspace.com/postalesdeinvierno


La obra de Ann Beattie se ha comparado a menudo con la de John Cheever, J. D. Salinger y John Updike, y cuenta con la admiración de escritores como el propio Updike, Jonathan Franzen y T. C. Boyle. Postales de invierno, inédita hasta ahora en castellano, se presenta con un prólogo del escritor Rodrigo Fresán. Próximamente, Libros del Asteroide también publicará otra novela de Beattie: Picturing Will.


FECHA DE PUBLICACIÓN: 1 DE SEPTIEMBRE DE 2008
AUTORA DISPONIBLE PARA ENTREVISTAS (VÍA EMAIL Y TELÉFONO)
SE ADJUNTA DOSSIER CON MÁS INFORMACIÓN.


VISITA EL MYSPACE DE POSTALES DE INVIERNO CON LAS CANCIONES DEL LIBRO:
http://www.myspace.com/postalesdeinvierno


A priori tanto el hecho de que la novela sea publicada por Libros del Asteroide como el encabezado de la nota hacen que me den ganas de leer Postales de invierno. Y luego es la playlist que hay en el MySpace que ha creado la editorial para promocionar la novela lo que hace que esas ganas se conviertan en ansiedad.


Simple, económica y potencialmente eficaz. Así describiría yo la estrategia que ha utilizado Libros del Asteroide para la promoción de Postales de invierno. Sin lugar a dudas los referentes musicales que parece haber en la novela dan pie para montar una estrategia de este tipo.


Hoy en día Internet les ofrece a los editores una gama amplia de recursos para entrar en contacto con sus lectores —potenciales y reales—. Los medios están a la disposición de todo aquel que se dé cuenta del provecho que le pueden sacar. Aunque en este momento echar mano de estas herramientas no necesariamente es sinónimo de innovación, recurrir a ellas sí que sigue representando la posibilidad de abrir nuevos caminos para posicionarse y para hacer que los libros lleguen a quien se quiere.

miércoles, 27 de agosto de 2008

reacción frente al tema de las librerías en bogotá

Además de ser un economista serio a quien le encantan su profesión y su trabajo, mi amigo Roberto es un gran lector y un excelente conversador. Cuando estábamos en el colegio, durante las clases de educación física solíamos echarnos bajo la sombra de un árbol a hablar cháchara y desde entonces no hemos dejado de hacerlo a pesar del paso del tiempo y de la distancia. Como dije hace un tiempo, Roberto es en gran parte el culpable de que yo haya empezado a leer y ha sido el proveedor de una buena parte de las lecturas que para mí han sido decisivas.


Hace un par de días Roberto dejó un comentario interesante en la entrada en la que yo me refería a los artículos que publicó la revista Arcadia sobre el reciente cierre de tres librerías independientes en Bogotá. Hoy quiero reproducir ese comentario porque me parece que en él Roberto toca temas críticos y que sus argumentos están no sólo bien fundamentados, sino también expuestos de una manera bastante clara.





Dice Roberto —todas las negrillas son mías:


'Martín, a mi me encantan las librerías, me hacen muy feliz. Pero eso amerita un análisis desapasionado desde el punto de vista de la demanda y desde el punto de vista de la oferta:


1) Desde el punto de vista de la demanda I: a la gente no le gusta leer ni comprar libros. Un amigo hizo un estudio sobre el consumo de libros y la cifra es irrisoria. Se resalta en este estudio que el nivel de ingreso no influye en el tema. Ni ricos ni pobres leen. Aislando el efecto el ingreso, las diferencias en las medias (de consumo de libros) no era estadísticamente significativa. Hay muchas mercancías no-necesarias que están por encima del libro.


2) Por el lado de la oferta I: la feria del libro estacionalizó la oferta de libros. Además marcó una posición dominante desde el punto de vista del último eslabón de la comercialización. Esto en otras palabras se traduce en la imposición de una variedad limitada y de un precio alto.


3) Por el lado de la oferta II: Las librerías "de culto" o los libreros "de culto" están invadidos de una aureola de mística que es contraproducente. No aceptan que están en un negocio y, bajo el pretexto de no traicionarse a si mismos, prefieren morir antes que buscar una solución económica y creativa que les permita sobrevivir sin menoscabar la calidad.


4) ¿Cómo solucionar el problema?: Lo único que puede doblegar a la posición dominante es 1) La regulación del poder de mercado (la feria del libro es un exabrupto); 2) Incrementar las preferencias por la lectura en la política educativa y 3) La creatividad de los libreros, esto es, en el mercado sólo una innovación puede vencer al mercado monopólico.


Frente a la última, los libreros prefieren la muerte porque se niegan a aceptar que vender libros es un negocio'.


Sería interesante conocer la opinión de personas cuya experiencia profesional les ha permitido conocer de primera mano la evolución y la situación actual de las librerías en distintos lugares —de primerazo se me vienen a la cabeza particularmente Txetxu Barandiarán, Roger Michelena y El Llibreter pero seguro que se me escapan muchos otros conocedores del sector—, por lo cual podrían aportar una amplia variedad de matices a la reflexión sobre el tema.

martes, 26 de agosto de 2008

donde pongo el ojo... [ 49 ]



Lecturas en curso


El sindicato de la policía yiddish, de Michael Chabon

Mondadori

Barcelona, 2008


Mi recomendado de la semana


Botchan, de Natsume Sōseki

Impedimenta

Madrid, 2008


Mis libros favoritos


Paddy Clarke Ja Ja Ja, de Roddy Doyle

Norma

Bogotá, 2001


Me llama la atención


Enciclopedia de los muertos, de Danilo Kiš

Acantilado

Barcelona, 2008

jueves, 21 de agosto de 2008

la rentrée littéraire 2008

Se acerca el fin de agosto y Francia se prepara para el fin de las vacaciones. Con el regreso al colegio y al trabajo llega también la rentrée littéraire, ese momento en el que los editores finalmente salen al asalto de las librerías con la artillería pesada que vienen preparando desde hace meses: las novedades de otoño.




La rentrée littéraire es una de esas rancias tradiciones francesas que difícilmente entenderemos quienes no hayamos crecido en Francia. Durante esta época puedo quedarme curioseando en las mesas de novedades y en las vitrinas de las librerías o en las páginas culturales de periódicos y revistas hasta intoxicarme con tantos títulos, nombres e imágenes de cubierta —en los casos de aquellas editoriales cuyo diseño de colección las incluye—. Sin embargo, al final me queda ese mismo agotamiento que produce el peso aplastante de la infinidad de pequeñas tradiciones que componen la vida cotidiana en Francia.


Hace unos días Pierre Assouline decía lo siguiente en La république des livres:


‘Hay pocos rituales de la vida cultural francesa tan estancados como la rentrée littéraire. Siempre las mismas preguntas, siempre la misma ausencia de respuestas, pero eso no impide volver a empezar al año siguiente. ¿Cuáles temas surgen? ¿Cuáles son los pasos de una editorial a otra? ¿Quiénes son los favoritos del Goncourt? (…) ¿Cuántas nuevas novelas habrá? ¿547? ¿621? ¿683?’


Este año saldrán 676 nuevas novelas —de las cuales sólo un puñado conseguirá algo de visibilidad— distribuidas globalmente de la siguiente manera: 466 francófonas —algunas de ellas serán galardonadas en uno o varios de los cientos de premios que existen por todo el país y desde ya debe haber especulaciones con respecto a la ganadora del Goncourt— y 210 traducidas.


Otro dato interesante: la revista Livres Hebdo informa que en la rentrée littéraire de 2008 saldrán al mercado 1042 novedades en el segmento del cómic, que es uno de los que goza de mejor salud en Francia.


La primera semana de septiembre iré durante unos días a París para ver de cerca la movida de la rentrée littéraire, así que ya les estaré contando mis impresiones al respecto.

martes, 19 de agosto de 2008

bogotá, ciudad sin librerías

El último número de la revista colombiana Arcadia incluye un reportaje y una columna de opinión sobre el reciente cierre de tres librerías independientes en Bogotá: Exopotamia, Verbalia y La Caja de Herramientas. Años atrás habían cerrado otras librerías como la Buchholz, la Aldina, la Contemporánea, El Aleph, El Carnero y alguna otra que seguramente se me escapa o que no conocí. Yo sólo espero que las tres o cinco librerías independientes que hoy en día sobreviven en la ciudad tengan una larga vida.


Me imagino que el cierre de una librería independiente tiene repercusiones directas sobre la diversidad de la oferta. No es estimulante ni que el grueso de la venta de libros quede en manos de grandes superficies como Carrefour y el Éxito —donde sólo se le suele prestar atención a los libros que pueden superar un umbral mínimo de ventas— ni que la Panamericana o la Librería Nacional se conviertan en la única alternativa a éstos.



Aprovecho para citar las palabras de Valeria Bergalli, la editora de minúscula, con respecto a la importancia que tiene para proyectos como el suyo la existencia de una red de librerías independientes. Dice Valeria:


(…) en el fondo para editoriales como minúscula —desde el punto de vista del tamaño y de la cantidad de títulos que publicamos al año— lo fundamental es que haya una red de librerías independientes que esté en buena salud, que sea fuerte y que tenga una presencia amplia. En definitiva, librerías que trabajen de manera similar a la nuestra: intentando ofrecer a los lectores cosas que no son las propuestas mayoritarias o las que buscan sobre todo el rendimiento comercial’.


A continuación presento cito algunos apartes del reportaje y de la columna publicados en Arcadia —las negrillas y los subrayados son míos—:


- “¿Llegó el fin?”, de María Alejandra Pautassi


‘A finales de los años 70, muchas desaparecieron en las grandes ciudades de Estados Unidos. Lo mismo ocurrió en ciudades de Francia, España y Alemania, países con una importante tradición lectora. El lugar de las grandes librerías lo ocuparon las grandes cadenas. La razón, según Jason Epstein (mítico editor del New York Review of Books, creador de los libros de bolsillo y la Book Expresso Machine) era que la relación alquiler-stock no se correspondía: los altos costos de arriendo e impuestos en las grandes ciudades no hace inviable un producto de poca rotación como el libro. Una librería como La Caja de Herramientas, que no pasa de 60 m², tiene un lugar limitado para almacenar libros y, por lo tanto, también lo son sus ventas. Además, para que un libro se venda, llame la atención de un cliente, debe estar expuesto. Bien sea en una mesa de novedades o recomendados, o en una estantería. Pero el tiempo que un libro está en una estantería cuesta y puede ser demasiado en comparación con su precio al público’.


‘Alba Inés Arias, librera desde hace 12 años en la Lerner norte, una de las librerías independientes más grandes en el país y con 40 años de tradición, está de acuerdo. Los ingresos de la librería no dependen de las novedades. Los best sellers del momento, de hecho facturan un porcentaje pequeño de sus ventas del mes. Su negocio está en los clientes que compran muchos títulos de un mismo tema: investigadores, profesores universitarios y periodistas’.


‘(…) Las editoriales, sin embargo, no pueden pagar más. En editorial Planeta, por ejemplo, casi un 10% del costo de un libro va para los autores, el 20% está destinado a la impresión, el 10% al transporte y el 3% en comisiones para las personas que venden a las librerías. Si le sumas el 40% de comisión a distribuidores y librerías, queda un 17% para los costos de sostenimiento de editorial (facturación, publicidad, prensa, mercadeo, salarios). En este sentido, Gabriel Iriarte, director editorial de Norma, dice que “si el problema está en el descuento (el porcentaje que ganan las librerías) lo que se pone en duda es la viabilidad del mismo negocio editorial. Si a los libreros se les diera más descuento, no habría que cerrar las librerías, sino las editoriales”’.


Mientras en Argentina hay unas 1.700 librerías y en México 1.900, en Colombia solo se tiene noticia de 150 (y ahora menos). En promedio un colombiano compra alrededor de seis libros al año (incluidos textos escolares) y lee menos: en promedio 1,6. Y si Colombia se está peleando con Argentina el cuarto puesto en producción de libros de la región se debe a que imprimir en Colombia, desde hace unos años, es muy barato. No porque haya una gran demanda’.


“La sobreoferta no le sirve a nadie. Pero es lo que el mercado manda. El público busca novedades”, admite Alberto Sánchez, gerente comercial de Planeta. Y continúa: “El problema de las pequeñas librerías es que el mercado ha cambiado. El librero tiene que cambiar y adaptarse a lo que está ocurriendo en el mercado colombiano”’.


‘Según Robert Max Steenkist, coordinador de la Red de Librerías del Cerlalc, el cuello de botella está en que “mientras las editoriales funcionan como negocios, con puntos de equilibrio y con el objetivo de generar unas ganancias, la venta de libros está regida por otros principios. La razón social de las editoriales es distinta a la de las librerías, cuya función es llegar a un nicho de lectores ofreciéndoles una diversidad de opciones y de títulos” (…) Como ha pasado en Argentina, México y Chile, las pequeñas librerías deben ampliar su catálogo de servicios (intentar acercar al lector a los autores, hacer eventos y ofrecer distintos servicios culturales —dice Steenkist y concluye—: Se trata siempre de vender libros. Pero hacerlo de otra manera”’.


- “La sociedad de las librerías muertas”, de Nicolás Morales


‘Con la certeza de lo irreparable, finalmente ocurrió: las librerías independientes naufragaron. La especulación inmobiliaria, los remates de saldos editoriales y la rotación excesiva de títulos, dicen los libreros, se llevaron del mapa del norte y centro de Bogotá la historia, trayectoria y clientela de un puñado de muy buenas librerías: Verbalia, Caja de Herramientas y Exopotamia cierran sus puertas (…) Sus casos confirmarán aquí una tendencia mundial: la desaparición de las librerías de barrio, aplastadas por los mega malls de libros’.


Serán Panamericana, la Librería Nacional, Lerner y el Fondo de Cultura Económica quienes se queden con un pastel que solo compartirán con Carrefour y el Éxito mientras Paulo Coelho siga haciendo sonar sus registradoras. Sin demasiada fe albergo la esperanza de que Biblos, Alejandría y Arteletra, tres librerías independientes importantes del norte y centro de la ciudad, consigan sobrevivir como pequeños oasis de criterio y humanidad en un entorno en el que los libros y las palabras terminaron carcomidos por los best sellers y los porcentajes de utilidad a los que solo les sacan jugo quienes lograron acaparar toda la cadena alimenticia del libro. Podríamos debatir sobre las verdaderas razones de la debacle. A las ya mencionadas se sumarían el desorden administrativo, los robos, la compra directa de las instituciones a las editoriales, la piratería, el precio de los libros importados y una cierta falta de tacto de los distribuidores con los pequeños libreros’.


(…) es triste darse cuenta de que lo poco que hay, o hubo en Bogotá, está desapareciendo. Esta ha sido, es y será una ciudad sin librerías. No hay librerías en el sur de la ciudad, salvo tres Panamericanas en Plaza de las Américas, Venecia y el Restrepo; no hay librerías en el occidente, salvo una Panamericana en Salitre’.


Hay mucho por comentar pero no sé por dónde empezar. ¿Alguien se atreve a proponer un punto de partida?

lunes, 18 de agosto de 2008

donde pongo el ojo... [ 48 ]



Lecturas en curso


SoHo. Crónicas, de varios autores

Aguilar

Bogotá, 2008


Mi recomendado de la semana


Covers


Mis libros favoritos


Carta al padre y otros escritos, de Franz Kafka

Alianza editorial

Madrid, 1999


Me llama la atención


Todavía no me quieres, de Jonathan Lethem

Mondadori

Barcelona, 2008




viernes, 15 de agosto de 2008

*s,c,p,f... y su aproximación poética y simple a los problemas de comunicación

En estos días he estado escribiendo para la revista P&M un artículo sobre *S,C,P,F…, una agencia de publicidad barcelonesa fundada en 1996 que empezó siendo pequeñísima y que gracias al carácter innovador de su creatividad no sólo ha crecido sino que también se ha posicionado como una de esas agencias cuyas campañas siempre sorprenden.


Para el fin de semana les dejo una selección de spots realizados por *S,C,P,F… para clientes como BMW, Ikea, Terminal B y Photoespaña —quienes quieran ver más pueden hacerlo visitando el canal de la agencia en YouTube.


- “Be Water, my Friend”, para BMW




- “Eusebi no salió en la foto...”, para Photoespaña




- “¿Crees que Dios puede estar en Terminal B”, para Terminal B




- “En el salón no se juega”, para Ikea




En una entrevista que le hice hace unas semanas, Toni Segarra —uno de los fundadores y director creativo de *S,C,P,F…— da la clave fundamental para entender estos spots y el trabajo de la agencia:


‘Creo que tenemos cierto gusto por una aproximación poética y simple a los problemas de comunicación’.




jueves, 14 de agosto de 2008

"cover stories”

“Cover Stories” es el título de dos artículos de The New York Times acerca de diseño de cubiertas:


- el primero de Field Maloney acerca del proceso de creación de la cubierta de la novela Next, de Michael Crichton, y de la manera como intervinieron en él distintos actores.



- el segundo de Steven Heller sobre la relación entre tres de los grandes autores de nuestros tiempos y los diseñadores de las cubiertas de sus libros:


Philip Roth + Milton Glaser

Chuck Palahniuk + Rodrigo Corral

Haruki Murakami + John Gall



miércoles, 13 de agosto de 2008

kosmopolis, edición 2008

En Barcelona el mes de octubre tiene una actividad cultural particularmente intensa. Uno de los eventos de esta temporada de otoño es Kosmopolis, que se celebrará entre los próximos 22 y 26 de octubre en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).


Juan Insua, el director de Kosmopolis, presenta así este evento:


‘La edición del 2008 está dedicada a una síntesis de los problemas globales más urgentes y su reflejo en los cambios que está experimentado el modo de concebir la actividad literaria. Es una edición inclinada al compromiso y el activismo, sin olvidar las armas propias de la creación y la cultura.


El compromiso de los escritores con nuevas causas sociales, ecológicas y científicas es el activador de una edición también dedicada a los cambios que está sufriendo el oficio de periodista debido al impacto de los nuevos medios'.



Me ha alegrado muchísimo enterarme de la presencia en K08 de dos figuras a quienes admiro debido al trabajo que vienen haciendo desde hace años en sus respectivos ámbitos: los periodistas Francis Pisani autor del blog Transnets y Jon Lee Anderson, que no necesita presentación.


Tal vez la visita que más expectativa y curiosidad me despierta es la del editor y escritor Dave Eggers, quien es el cerebro detrás de ese interesante laboratorio literario que es McSweeney’s.


En el cartel de K08 también se destacan figuras que me llaman mucho la atención como el escritor John M. Coetzee, los editores Paco Porrúa y Enrique Murillo, la periodista Marta Peirano —autora del blog La petite Claudine—, el experto en edición y nuevas tecnologías Joaquín Rodríguez autor del blog Los futuros del libro, el investigador Tzvetan Todorov y el músico Lou Reed.



Este verano está entrando en su recta final, así que desde ya empiezo a ver qué me espera durante la temporada de otoño que empezará dentro de un mes. Desde ya espero ansioso la llegada de Kosmopolis.

martes, 12 de agosto de 2008

donde pongo el ojo... [ 47 ]



Lecturas en curso


Botchan, de Natsume Sōseki

Impedimenta

Madrid, 2008


Mi recomendado de la semana


La petite Claudine


Mis libros favoritos


Primero estaba el mar, de Tomás González

La otra orilla

Bogotá, 2007


Me llama la atención


Llenos de vida, de John Fante

Anagrama

Barcelona, 2008

viernes, 8 de agosto de 2008

librosfera

¡Hay que pegarse una pasada por Librosfera!




jueves, 7 de agosto de 2008

lo que llama la atención de melusina

Melusina es una editorial barcelonesa que me llama la atención por los temas que abordan las distintas colecciones que conforman su catálogo —tengo una debilidad particular por melusina sic, por serie animal y por UHF—. Su catálogo aborda temas relacionados con disciplinas y corrientes ideológicas tan diversas como la antropología, la sociología, la historia, la psicología, el feminismo, la publicidad, el turismo, la etnografía, la semiótica, la sexualidad y la biología.


A raíz de la entrevista que le hice a José Pons Bertran —editor de Melusina— tengo la impresión de que sus títulos se ocupan de los problemas que actualmente tienen un lugar estratégico en la agenda de estos campos.




En su columna semanal del suplemento cultura|s, del diario La Vanguardia, hace poco Sergio Vila-Sanjuán le hizo un merecido reconocimiento al trabajo de la editorial Melusina.



Vila-Sanjuán comienza su columna diciendo:


‘A veces una editorial que lleva cierto tiempo trabajando casi en silencio y aparentemente con poco reconocimiento obtiene de pronto una súbita visibilidad’.


Antes de terminar, un aspecto sobre el que vale la pena llamar la atención: en un comentario reciente a una entrada de [ el ojo fisgón ], José Pons Bertran y El llegidor pecador se referían a la manera como algunos sellos pertenecientes a los grandes grupos editoriales empiezan a entrar en el nicho del que ocupa la editorial Melusina.

miércoles, 6 de agosto de 2008

mis dealers

En cuestión de lecturas yo tengo mis dealers: personas que me suministran referencias de autores y obras que vale la pena leer y que mediante sus recomendaciones me van orientando como lector.


Se trata de lectores voraces, inquietos y curiosos en cuyo criterio confío bien sea porque sus acertados consejos han puesto en evidencia que éste está en sintonía con mi gusto o bien porque me han recomendado autores y obras que en su momento me han abierto nuevas inquietudes.



Aquí les presento a mis dealers de cabecera:


- Freddy: en materia de narrativa y poesía tanto modernas como contemporáneas parece haberlo leído casi todo —y no suelen faltarle referencias confiables con respecto a lo que no ha leído—.


- Roberto: ha cultivado no sólo una patológica gabofilia gracias a la cual descubrí una parte de la literatura del sur de los Estados Unidos, sino también una pasión por las formas clásicas y por la poesía de vanguardias de finales del siglo XIX y de principios del XX.


- Javier Moreno: todo un conocedor de la literatura estadounidense contemporánea y de sus entresijos más recónditos.


- El poeta Camilo Hoyos: mi referente # 1 en vanguardias artísticas europeas de principios del siglo XX.


- Camilo Jiménez: el blog del editor de la revista El malpensanteel ojo en la paja— es una excelente guía de lecturas de clásicos modernos y contemporáneos que saca a la luz autores olvidados y curiosidades varias.


- Subal Quinina: ha sido mi iniciador en la literatura catalana, bolañero hasta el tuétano, apasionado de la narrativa latinoamericana y divulgador de alguna figura eslava —que pronto publicará en su editorial—.

martes, 5 de agosto de 2008

vocación editorial

Hace unos años cuando me preguntaban qué quería ser cuando grande, decía cosas que les había oído decir a otros o simplemente no sabía qué responder. Nadie que me haya conocido antes de los 18 años —ni yo mismo— se habría imaginado que yo viviría rodeado de libros, que en el futuro mi trabajo consistiría en leer, intervenir y escribir textos o que haciendo estas tres cosas experimentaría una de las sensaciones más parecidas a la felicidad que conocería.


Durante mi infancia y mi adolescencia no tenía ningún hobby, era poco curioso y pasaba muchísimas horas viendo en la tele novelas mexicanas y venezolanas o series gringas, haciendo vandalismo, jugando Nintendo, fútbol o a las escondidas, montando en bicicleta o no haciendo nada.


***


En el colegio los curas nos hablaban a menudo de eso que llaman “la vocación” —contaban, si mal no recuerdo, que San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, descubrió la suya a los 30 años mientras se recuperaba después de que una bala de cañón le impactara en las piernas durante algún combate en alguna guerra—. Teniendo en cuenta mis problemas de disciplina, mi mediocre rendimiento académico, mi carácter disperso y que no había nada que me interesara o apasionara intensamente, en mi adolescencia todo parecía indicar que lo mío sería dedicarme toda la vida a la vagancia y al vandalismo.


Si yo no sabía qué quería ser cuando grande, era justamente porque no sentía ninguna inclinación a una profesión o carrera —es decir, una vocación—. Estaba claro que tenía que ir a la universidad y sabía que debido a mi escasa destreza con las matemáticas no podría ser ingeniero ni hacer nada de ciencias puras, que por falta de interés no existía el menor riesgo de que me dedicara a las ciencias de la salud, que tenía que descartar cualquier actividad que requiriera demasiada capacidad física, que tanto mi falta de fe como mi gusto por la buena vida me inhabilitaban para el sacerdocio y que por mi torpeza con los movimientos finos no podría hacer nada que exigiera habilidades manuales —de haberlas tenido me habría gustado estudiar Arquitectura o Publicidad—.


En síntesis, por descarte no me quedaba más remedio que buscar algo que hacer en el campo de las ciencias sociales y las humanidades.


***



Después de sufrir durante los últimos años una sucesión de crisis vocacionales que empezó con el abandono de una breve y poco destacable carrera como politólogo, puedo decir que ahora tengo la fortuna de ganarme la vida leyendo, investigando, escribiendo y hablando sobre los temas que me gustan y participando en el desarrollo de proyectos editoriales —yo, que durante mi infancia y mi adolescencia no me leía un libro por nada del mundo—.