entrevista a luis miguel solano, de libros del asteroide / "nuestras únicas armas son la calidad y la fiabilidad de los libros que editamos"
En mayo de 2005 salieron los primeros libros del catálogo de Libros del Asteroide —A la caza del amor, de Nancy Milford, y En busca del barón Corvo, de A.J.A. Symons—, que menos de dos años después ya comprende 18 títulos. A continuación el editor Luis Miguel Solano nos cuenta cómo ha sido su experiencia al mando de este proyecto independiente que emprendió hace tres años después de trabajar en uno de los grandes grupos editoriales españoles.
Martín Gómez: ¿Cuándo y por iniciativa de quién surge la idea de crear la editorial Libros del Asteroide?
Luis Miguel Solano: La idea que tenía en mente desde hace mucho tiempo de montar una editorial fue madurando poco a poco hasta que a principios del año 2004 empecé a trabajar en el proyecto más en serio, a contrastar mis ideas con libreros, con periodistas, con otros editores... A mediados de ese año decidí dejar mi trabajo en Planeta y montar Libros del Asteroide.
M.G.: ¿Cuáles son las motivaciones que condujeron a la creación de la editorial?
L.M.S.: Yo, como la mayoría de los editores literarios, soy un editor vocacional. Pero en mi caso, además de la vocación, han influido mucho tanto mi formación como mi experiencia profesional previa porque creo que si éstas hubieran sido distintas no me habría lanzado a poner en marcha una editorial. Es un proceso tan complejo y arriesgado, que no basta con tener una vocación clara.
M.G.: ¿Cree usted que Libros del Asteroide está llenando un hueco que han dejado en el mercado tanto los grandes grupos como las editoriales independientes que ya están posicionadas?
L.M.S.: No soy consciente de que estemos ‘llenando un hueco’. En Libros del Asteroide intentamos poner el acento más en la calidad de los libros y en el interés que éstos puedan tener, que en la cantidad de ventas que se consigan. Pero cuando los editores de la competencia —grandes o pequeños, que de todo hay— están más pendientes de las expectativas de venta que de la calidad de sus libros, eso permite que con menos medios —distribución, marketing, etc.— y mejores libros puedas conseguir llegar mejor a los lectores. Yo edito pensando en el lector que va a elegir un texto cuya lectura tiene que satisfacerle. El libro tiene que haber cumplido las expectativas que el lector tenía cuando lo compró. Está claro que hay editores que no tienen esto en cuenta, que piensan simplemente en que sus libros se vendan. Yo, en cambio, pienso en que los libros que edito tienen que ser leídos. Y esta diferencia no es baladí.
M.G.: ¿En qué consiste la estrategia tanto editorial como comercial de Libros del Asteroide para alcanzar y conservar una posición propia en el mercado de la literatura contemporánea?
L.M.S.: Es relativamente sencilla: ofrecer a los lectores en castellano buenos libros de literatura extranjera y hacerlo de manera honesta. Por buenos libros entendemos libros con un nivel literario contrastado por años de buenas críticas y lectores agradecidos, que sean entretenidos, que puedan conmover a quien los lee y que enseñen —es decir, de los que el lector pueda aprender algo—. Y hacerlo de forma honesta significa no sólo cuidar la calidad de lo que publicamos —las traducciones y la edición material de los libros—, sino también no engañar a nuestro entorno —lectores, libreros o periodistas— en la información que distribuimos sobre nuestras publicaciones. Creemos que ésta es la mejor manera de construir una editorial literaria que cuente con la confianza de los lectores.
M.G.: ¿Qué distingue a Libros del Asteroide de otras editoriales independientes españolas consagradas a la publicación de literatura contemporánea?
L.M.S.: Son más las que tenemos en común: la apuesta por la calidad material de los libros y el nivel literario de nuestras publicaciones. Creo que actualmente los lectores están abrumados por la cantidad de libros que se editan y que los llamados ‘editores independientes’ aportamos fundamentalmente honestidad y fiabilidad. Y no es porque seamos más listos ni mejores editores que otros, sino porque nuestras únicas armas son la calidad y la fiabilidad de los libros que editamos. Por decirlo de otra manera, como editamos poco tenemos que asegurarnos que todos los libros sean buenos.
M.G.: Si Libros del Asteroide publica "libros fundamentales de la literatura occidental del siglo XX no disponibles en castellano", ¿cómo definiría estos libros y cómo explicaría el hecho de que muchos títulos pertenecientes a esta categoría no hayan sido traducidos a nuestra lengua?
L.M.S.: No sé si hay una definición para eso. En realidad son los lectores y críticos de cada país quienes al definir cuáles son esos libros fundamentales establecen el canon. Lo único que hacemos nosotros es revisar ese canon y publicar en castellano libros que no se habían traducido y que en determinadas literaturas se consideran ‘fundamentales’. El que haya libros de ese tipo pendientes por publicar en castellano tiene mucho que ver con el consenso existente en torno a cierta idea estúpida de que en la literatura, y en el arte, la novedad tiene valor per se, cuando sólo debería tenerlo si mejora lo anterior. Con base en esa idea trabajan la mayor parte de editores y periodistas e, incluso, parte del público. Nosotros reivindicamos la idea de que el tiempo de los lectores es limitado y de que hay que leer los mejores libros en lugar de los más nuevos.
M.G.: Me da la impresión de que Libros del Asteroide le da mucha importancia a los prólogos de sus libros. ¿Podría hablarme un poco acerca de la intención de dichos textos y del criterio para escoger a sus autores?
L.M.S.: Cuando una editorial empieza no tiene ninguna fiabilidad porque no hay un catálogo de libros ni una historia que la avalen y con base en los cuales un lector o un librero puedan opinar sobre ella. La única manera de ofrecer ciertas garantías consiste en preparar prólogos a los libros que sirven para explicar la importancia y la vigencia de cada una de las obras. No es una idea nueva: cuando Anagrama empezó con Panorama de Narrativas lo hizo exactamente igual: incluyendo prólogos a cada uno de los libros. El criterio de selección de los prologuistas es sencillo: buscamos la afinidad entre la obra y el autor del prólogo. En la mayor parte de los casos son elecciones obvias porque esos prologuistas ya habían escrito sobre la obra o el autor.
M.G.: ¿Cuál sería su balance de la experiencia de la editorial hasta ahora?
L.M.S.: Muy positivo. Hemos publicado el número de libros que nos habíamos propuesto —unos diez al año—, hemos podido contratar la mayor parte de los libros que nos han parecido interesantes y estamos muy contentos con respecto a la manera como finalmente han quedado las traducciones y el diseño de éstos. Además empezamos a notar que ciertos lectores y libreros confían en nuestro criterio, que es lo más importante.
M.G.: ¿Podría adelantarnos algo con respecto a los libros que está preparando en este momento Libros del Asteroide?
L.M.S.: Por un lado, la tercera parte de la trilogía de Deptford, de Robertson Davies, titulada El mundo de los prodigios. Por otro lado, un libro de reportajes de John Steinbeck titulado Los vagabundos de las cosechas, que aborda un tema de gran actualidad como la situación de los inmigrantes en California a comienzos de los años treinta. Este libro contará con un estupendo prólogo de Eduardo Jordá y unas maravillosas fotografías de Dorothea Lange sobre el mismo tema.
M.G.: ¿Podría mencionarnos algunos autores y/o libros que le gustaría incluir en el catálogo de Libros del Asteroide?
L.M.S.: Mencionará tres libros maravillosos que no hemos podido publicar nosotros: Lucky Jim, de Kingsley Amis (Destino); Léxico familiar, de Natalia Ginzburg (Lumen); y El castillo alto, de Stanislav Lem (Funambulista).
(foto de Luis Miguel Solano tomada de Kosmópolis 2006. Copyright de Rosa Feliu).
2 comentarios:
Larga vida a Libros del Asteroide. Acabo de leer "El maestro Juan Martínez que estaba alli" de Manuel Chaves Nogales y es una maravilla.
EL asteroride publica sin corregir o mal corregidos. No está cuidada ni la gramática ni la puntuación ni el vocabulario...
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