viernes, 8 de junio de 2007

entrevista a patricia escalona, directora editorial de roca / "tendemos a convertirnos en una mediana editorial independiente"

Roca es una pequeña editorial independiente que gracias a su intenso ritmo de publicación, al éxito en ventas de ciertos títulos y a la adquisición de los derechos de algunas figuras importantes atraviesa actualmente por un proceso de crecimiento. En sus distintas colecciones Roca editorial maneja una amplia gama de registros que van desde la literatura negra de calidad hasta la ficción literaria, pasando por la novela histórica, la literatura juvenil o el thriller y los libros de misterio de menor exigencia.


Martín Gómez: ¿Cómo definiría usted Roca editorial?


Patricia Escalona: Roca es una pequeña editorial independiente que empezó con mucha ambición e ilusión y que ahora se está convirtiendo más bien en una editorial mediana gracias a nuestras últimas adquisiciones editoriales, que son bastante importantes.


M.G.: ¿Cuándo y por iniciativa de quién surge la idea de crear Roca editorial?


P.E.: La iniciativa fue de Blanca Rosa Roca, de quien la editorial toma el nombre. Durante 17 años ella había trabajado en Ediciones B como gerente y por cambios que se dieron en el Grupo Zeta —al cual pertenece dicho sello— ella salió de allí y decidió crear su propia editorial.


M.G.: ¿Cuáles son las motivaciones que condujeron a la creación de la editorial?


P.E.: Supongo que la motivación de Blanca Rosa fue seguir haciendo lo que más le gusta, que es leer y publicar libros. Con esta idea nos arrastró a todos los que estábamos en su círculo cercano. En un principio la acompañaron tres personas: Carlos Ramos, que es el subdirector y gerente; Silvia Fernández, de prensa; y Sunsi Molins, de producción, quien es la encargada del acabado de los libros. Estas tres personas seguían siendo muy cercanas a Blanca Rosa a pesar de su salida de Ediciones B y cuando ella les sugirió trabajar en su editorial no tuvieron ningún problema en acompañarla. Luego Blanca Rosa contactó con los otros dos socios, que somos Ángel Molina —el director de administración— y yo. Y a todos nos pareció una muy buena idea no estar en sujetos a ningún grupo grande ni a criterios discutibles —y a veces poco comprensibles— y formar una editorial independiente que consiguiera situarse en el mercado. Nosotros empezamos a publicar libros hace tres años y un par de meses, por lo cual es bastante sorprendente que hayamos conseguido situarnos y que se nos conozca. Hemos trabajado mucho y hemos tenido mucha suerte.


M.G.: ¿Cómo se definió el perfil de las distintas colecciones de Roca editorial?


P.E.: En realidad esto obedece a criterios personales. Al principio en Roca habíamos tres personas que comprábamos libros: Blanca Rosa, Carlos y yo misma. Afortunadamente a los tres nos gustan libros diferentes, con lo cual el criterio era muy distinto y el catálogo ha resultado ser muy ecléctico y completo al mismo tiempo. Entonces cabe todo. Desde el thriller americano más habitual hasta la novela literaria más sensible y difícil. que también está teniendo buenos resultados.


M.G.: ¿Bajo cuáles criterios editoriales se eligen los libros que publica Roca editorial?


P.E.: Básicamente bajo los criterios personales de elección. Hay una colección de literatura histórica, otra de literatura negra de calidad y otra de thrillers y libros de misterio de menor exigencia literaria pero que son muy rápidos y entretenidos. Tengo amigos que son escritores y que los leen con mucho gusto porque sirven un poco para digerir entre dos libros. Luego hay una colección literaria, de la que me encargo yo personalmente y que hemos ido consiguiendo situar en el mercado a pesar de que hacerlo ha costado un poco más.


M.G.: ¿Cree usted que Roca editorial está llenando un hueco que han dejado en el mercado tanto los grandes grupos como las editoriales independientes que ya están posicionadas?


P.E.: Sí porque lo que Roca ha hecho es apostar por autores desconocidos que estaban buscando una oportunidad. Hemos publicado del orden de cien autores que nunca antes se habían publicado en España, lo cual es muy arriesgado administrativa y comercialmente porque un autor de estas características no siempre da los resultados que podría dar un autor consolidado. Nosotros antes no estábamos en capacidad de optar a grandes autores, que es algo que hemos hecho cuando hemos podido. Durante casi tres años nos hemos dedicado a intentar lograr que autores desconocidos tuvieran su lugar en el mercado editorial y lo hemos conseguido.


M.G.: ¿En qué consiste la estrategia tanto editorial como comercial de Roca para alcanzar y conservar una posición propia en el mercado?


P.E.: En primer lugar, tenemos una política de autor. Como ya he dicho, empezamos a publicar autores desconocidos y seguimos publicándolos. También hemos publicado a E. L. Doctorow, que es un autor consolidado y conocidísimo que nosotros no hemos descubierto pero que hemos vuelto a publicar con muy buenos resultados. Como queremos ser coherentes con nuestra política de autor, vamos a publicar un libro suyo llamado Creationists que es de ensayos sobre creadores en distintos campos y que no tiene nada que ver con el catálogo de Roca porque hasta ahora no hemos publicado no ficción. Todo lo que publique Doctorow merece la pena ser leído porque es un gran autor contemporáneo como lo pueden ser otros norteamericanos como Irving y Auster. Sin embargo, hasta ahora Doctorow había sido un autor con mala suerte en el mercado español.


El hecho de ser una editorial pequeña en cuanto a número de personas que trabajan en ella —ahora somos catorce— facilita mucho la creación de estrategias comerciales y de marketing porque decimos “nos reunimos ahora” y cinco personas se meten en una sala de la que luego salen ideas para promocionar un libro. Como, por ejemplo, empezar la promoción de un libro de vampiros creando una dirección de e-mail con el nombre de uno de los personajes y enviar un mensaje semanal a libreros y periodistas, de manera que se cree un misterio que se acaba solucionando con la presentación del libro en el último mensaje. Esta es una idea que surgió en una reunión mientras nos reíamos y hablábamos de lo que nos había gustado del libro.


La ilusión y las ganas de ser una editorial pequeña se concretan en este tipo de estrategias imaginativas que nos permiten jugar un poco y crear diferentes cosas que puedan aplicarse a los libros y que a la vez nos distingan un poco de lo que hacen las otras editoriales. Dentro de lo que cabe, claro. Tampoco se trata de hacer grandes barbaridades porque al final el que estamos vendiendo no es un producto cualquiera. Queremos vender libros. Hasta que me muera seguiré defendiendo la idea de que los libros no son tornillos y que con ellos no vale todo. Teniendo en cuenta este principio, sí que se puede jugar un poco, tener un poco de imaginación y crear cierta intriga. ¿Por qué no?


Para promocionar los libros en ocasiones creamos páginas Web con contenidos que no son demasiado complicados para que los lectores las consulten y puedan contactarnos si tienen alguna duda. También pagamos el dinero que podemos permitirnos para que los libros se vean más en los puntos de venta más atractivos como pueden ser la Fnac, las grandes superficies o las librerías —que es algo que depende del tipo de libro—. Hay librerías que nos conviene que tengan cierto tipo de libros más que otros. También invertimos algo en publicidad en revistas aunque mucho menos porque, como te decía, hasta ahora hemos tenido ciertas limitaciones que nos han hecho recurrir a la imaginación.


M.G.: ¿Qué distingue a Roca editorial de otras editoriales independientes españolas?


P.E.: Creo yo que hay una ambición comercial bastante clara. Por su filosofía, desde el principio Roca editorial ha tendido a convertirse en una editorial mediana en lugar de quedarse siendo una pequeña editorial independiente. Es decir, que tendemos a ser una mediana editorial independiente probablemente con una facturación mayor y con un mejor posicionamiento ante el mercado y el lector. A lo que tiende Roca es a que el sello sea conocido, a ser un sello que el lector reconozca. En cambio con las pequeñas editoriales esto es muy difícil al menos que se trate de lectores muy de nicho. Debido a una parte de los libros que publica, Roca tiene tendencia a ser reconocida por el gran público.


M.G.: ¿Cuál sería su balance de la experiencia de la editorial hasta ahora?


P.E.: No podría ser más positivo. He pasado por cuatro editoriales en mi vida laboral y, sin lugar a dudas, es aquí donde estoy más feliz. Tengo campo para hacer lo que quiero y por encima de mí hay personas que hablan, que se comunican conmigo y a las que no tengo que pedirles hora para entrar a su despacho. Son personas comprensivas que se han portado muy bien a nivel laboral y personal. Eso por un lado. Luego, como directora editorial puedo permitirme el lujo de escoger lo que quiero hacer cada día. Alguien a quien le guste este mundo no podría estar más contento. Si un día quiero editar un libro, lo edito. O si quiero dedicarme a ayudarle a Carlos con el marketing, no tengo más que decírselo y me siento con él. Entonces hay un abanico de cosas que puedo hacer. Obviamente estoy obligada a hacer algunas otras, como en todo trabajo, pero no me molestan en absoluto. Y estoy muy contenta. En este tiempo he aprendido muchísimo. Entonces el balance es muy positivo.


Nosotros tuvimos mucha suerte con El enigma del cuatro, que fue un gran éxito y que afortunadamente nos posicionó en el mercado de manera que a partir de entonces los libreros ya sabían que nosotros vendíamos libros. Lo difícil es convencerlos de que somos capaces de editar libros de otro estilo porque hay grandes problemas de espacio en las librerías, que están llenas de cajas y cajas de libros. Y a veces es difícil hacerlos salir de las tres editoriales que ellos consideran que son más literarias y convencerlos de que hay otras más que están haciendo cosas de buena calidad. Gracias a Doctorow nuestra línea literaria ha empezado a tener una mejor acogida. El proceso que estamos sufriendo con la línea literaria es el habitual en cualquier editorial. Lo raro es lo que nos ha pasado en estos tres años y es que hemos conseguido ponernos donde lo hemos hecho. Es muy difícil. En ese sentido es como si se tratara de dos editoriales completamente distintas.




M.G.: ¿Podría adelantarnos algo con respecto a los libros que está preparando en este momento Roca editorial?


P.E.: La bodega, de Noah Gordon. Éste es un autor cuyo máximo éxito en España ha sido un libro llamado El médico, que vendió millones de ejemplares. El médico forma parte de una trilogía compuesta, además, por Chamán y La doctora Cole. Gordon también es el autor de libros como El rabino y El diamante de Jerusalén. Nosotros hemos comprado todos sus títulos para reeditarlos en nuestro fondo editorial. Tres de ellos los hemos comprado traducidos. Esperamos que La bodega, que será la novedad de Noah Gordon, sea un gran éxito.


Otro gran autor al que hemos aspirado y que hemos conseguido es Michael Connelly. Se trata de un autor de thriller súper consolidado, muy bueno y también muy reconocido. Estamos contentísimos con él y sacaremos su nuevo libro, que pertenece a la famosa serie del abogado Harry Bosch.


Ambos libros saldrán en el mes de octubre.


M.G.: ¿Podría mencionarnos algunos autores y/o libros que le gustaría incluir en el catálogo de Roca editorial?


P.E.: Bueno, pues a mis autores favoritos como Jeffrey Eugenides, John Irving —por supuesto—, Philip Roth y otros grandes nombres de la literatura anglosajona, que por mi formación es la que a mí más me gusta. También me gustaría publicar a Daniel Pennac si es que en algún momento se decide a volver a escribir. Y a Margaret Atwood y a Ian McEwan.


O si no me gustaría seguir descubriendo nuevos autores. De hecho hemos descubierto algunos bastante alucinantes como M.J. Hyland, una autora nuestra inglesa que tiene muy buenas críticas de Coetzee hablando de su escritura. Y estamos muy contentos con ella. Doctorow es un sueño cumplido. Cuando ves a uno de estos grandes autores en las listas, bromeando con los agentes tú les dices “bueno, si algún día alguien no lo quiere…”. Y un día un agente me llamó y me dijo: “¿aquello que me dijiste medio en broma era cierto, lo quieres?”. Y entonces no me lo creo. No entiendo porque nosotros hemos vendido 12000 ejemplares con este libro, que no es un libro menor. Es una buena venta. Y estoy segura de que podremos mantener el ritmo. Y bueno, ya veremos si consigo reeditar toda su obra.

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