jueves, 9 de julio de 2009

publicar menos para publicar mejor, según pierre assouline

Esta mañana en La république des livres apareció una interesante entrada titulada "Publier moins pour publier mieux" ("Publicar menos para publicar mejor") en la que Pierre Assouline va directamente a cuestionar el volumen de novedades editoriales que aparecen cada año. El encabezado de su entrada es el mismo de cada año en esta misma época: cuántas novelas serán publicadas en la próxima rentrée littéraire, si se publican más o menos que en la del año pasado y poca cosa más.


Esta vez, sin embargo, Assouline va un paso más allá y plantea una reflexión que sugiere tímidamente que el volumen de lo que se publica incide sobre la calidad de la oferta editorial. Dice Assouline en su entrada de hoy:


‘¿El Centre National du Livre, que gestiona las ayudas y las subvenciones, no había señalado esto hace dos años bajo la batuta de su antiguo director Benoît Yvert, sugiriendo que ayudaría menos para ayudar mejor? Entonces por qué no publicar menos para publicar mejor, sólo que esta medida habría debido imponerse sin dudarlo hace ya mucho tiempo sin esperar a que la fórmula se convirtiera en un slogan’.





En síntesis, una selección más cuidadosa de lo que se publica debería traer como consecuencia una reducción de los títulos sin por ello afectar la diversidad de la oferta. Como tantas otras cuestiones, en El nuevo paradigma del sector del libro Manuel Gil y Francisco Javier Jiménez formulan mejor que nadie el tema de la sobreproducción injustificada cuando dicen que ‘en la era del hiperconsumo triunfa la lógica de la sobreabundancia: asistimos a una dinámica acelerada donde la lógica del más convive con la del mejor; ambas se desarrollan simultáneamente. Esto supone que la incontinencia editorial en producir más y mejor conlleva una bulimia creciente de títulos impresos que pone a la industria al borde de una reconversión acelerada’. Y luego añaden que ‘a las grandes editoriales les interesa la sobreproducción, al menos en teoría, ya que aumenta las posibilidades de generar un superventas’.


Una reflexión interesante para el sector en su conjunto, ¿no?


Aunque los grandes grupos son en gran parte los responsables de esta situación, valdría la pena ampliar la reflexión a los pequeños y medianos editores porque el tema les concierne a todos independientemente de su tamaño. Desde ya anticipo que la reflexión que estamos planteando y las líneas de trabajo que estamos desarrollando en el Observatorio Iberoamericano de la Edición Independiente (OBIEI) van en esta dirección.


Una última cosa: Assouline se refiere a la disminución del porcentaje de novedades de literatura francesa y al aumento de títulos provenientes del extranjero en la rentrée littéraire de 2009 —curiosamente, la literatura en castellano es una de las beneficiadas en esta tendencia:


'229 novelas [extranjeras] anunciadas, es decir una veintena más que el año pasado. Un incremento tan notable como la disminución de la de literatura francesa. Basta con mirar un poco más de cerca las listas de los libros de ficción más vendidos en Francia en un año para alegrarse de una cierta liberalización de la curiosidad, fenómeno que nos parece natural pero que no lo es, por ejemplo, en los Estados Unidos donde, por el contrario, se observa un verdadero proteccionismo de la mentalidad, más bien sufrido que elegido, habiendo los editores decidido hace mucho tiempo que ellos tenían allí todo y lo mejor y que, en consecuencia, sus lectores no necesitaban historias de ficción escritas en lenguas distintas del inglés’.


¿Es que ya ni siquiera los franceses se interesan por la literatura francesa?

4 comentarios:

Xpectro dijo...

Ya Huxley lo decía: para fomentar la lectura debería imponerse un impuesto del 4000 por ciento al papel. De esta manera sería tan costoso que la gente se limitaría en lo que produce y lo que existiera se convertiría en buscado y deseado por todos... incluso por los no lectores.

En otro texto habla sobre los demasiados libros... y todo esto en 1929...

Publicar menos y con mejores ediciones. Como lo hacen ahora en la industria discográfica los que saben... y mira tu los buenos resultados que tienen. TODO se vende. TODO se busca.

En los límites hay beneficios.

martín gómez dijo...

De acuerdo, es necesario poner filtros más estrictos que los que existen actualmente para eliminar ruido. Así ganan quienes producen buenos contenidos y sus consumidores.

Lo importante es definir criterios claros y sólidos para establecer y aplicar dichos filtros. Queremos una oferta diversa por contraposición a una homogénea y estandarizada pero eso no significa que debamos publicar con la incontinencia con la que viene haciéndose.

Equiparar diversidad con sobreproducción es un error. Y aplicar filtros no implica imponer censura o un pensamiento único si éstos se construyen a partir de consensos y argumentos sólidos.

Jorge dijo...

Interesante pregunta la que pones al final, la respuesta parece ser que la literatura propiamente francesa se estancó y ya sólo respira cuando lo hacen a través de segundas generaciones.

Sobre lo primero, habría que tener en cuenta que mucho editores editan más títulos tan sólo porque así mantienen la máquina en funcionamiento...

martín gómez dijo...

Pues a ver cómo hace la narrativa francesa para salir de ese ensimismamiento tan insoportable en el que está sumida desde hace varios años. La narrativa de los Estados Unidos es el mejor ejemplo del resultado que puede salir de las interacciones, las dinámicas, las movidas y las tensiones que trae consigo la inmigración.

Sobre los segundo: una vez estábamos presentándole a un editor de libros de gran formato un proyecto para montarle una tienda virtual para que vendiera sus imágenes. El tipo había contratado a una chica que llevaba seis meses escaneando su banco de imágenes sin pauta o criterio algunos. Aunque no le corría prisa montar la tienda, el editor tenía clarísimo que le resultaba más costoso apagar el escáner que montar una chapuza.

Si editamos sólo para mantener la máquina en funcionamiento, tenemos un problema realmente preocupante...