martes, 4 de diciembre de 2007

entrevista a miguel lázaro, editor de cabaret voltaire / "nuestras dos líneas son las literaturas de vanguardias y del exilio"

Cabaret Voltaire es una editorial que se enfoca en las vanguardias literarias francesas de principios del siglo XX y que mediante la recuperación de la obra del escritor almeriense Agustín Gómez Arcos está explorando actualmente la literatura del exilio. En este momento la editorial está preparando la publicación de París, una de las últimas novelas de Émile Zola.


Desde hace un tiempo Cabaret Voltaire empieza a ser reconocida por el cuidado que pone tanto en la edición como en el aspecto del libro y porque suele tener muy buenos prólogos.



MARTÍN GÓMEZ: ¿Cuándo y por iniciativa de quién surge la idea de crear la editorial Cabaret Voltaire?


MIGUEL LÁZARO: La idea de crear la editorial no surgió de forma espontánea. Siempre la tuve en mente. Mi afición por los libros me viene desde pequeño —en mi casa siempre viví rodeado de ellos— pero esperé a que se dieran el momento profesional adecuado y las condiciones económicas para poner la idea en marcha. En Cabaret Voltaire somos dos socios: un economista y un arquitecto. Yo, que soy el economista, dejé mi trabajo en Madrid para dedicarme por completo a la labor editorial. Mi socio, José Miguel Pomares, es arquitecto y actualmente compagina el trabajo que está haciendo para Jean Nouvel en Barcelona con el de editor. Por estas fechas se cumple un año de la salida de nuestro primer libro: se trata de Thomas el impostor, de Jean Cocteau. Hasta el momento hemos publicado siete títulos.


M.G.: ¿Cómo se definió la línea editorial de Cabaret Voltaire?


M.L.: Tenemos dos líneas editoriales. La principal la definió la ciudad de París y está centrada en la literatura francesa. Hemos comenzado recuperando obras que permanecían inéditas en castellano o que estaban descatalogadas y que corresponden a uno de los periodos creativos más fructíferos e interesantes de la literatura francesa del siglo XX: las vanguardias. Continuaremos con obras de otras épocas y movimientos en las que la ciudad de París será el hilo conductor que irá hilvanando los títulos y autores de nuestra producción.


En otra línea editorial llamada “Literaturas del exilio” nuestra intención es dar a conocer la obra de autores que tras la Guerra Civil y ante las presiones tanto políticas como de la censura se vieron obligados a un exilio forzoso o que optaron por un exilio voluntario como la única posibilidad de llevar a cabo su labor creativa sin traicionarse. Dentro de este marco estamos recuperando la obra narrativa escrita en francés por el escritor almeriense Agustín Gómez Arcos, que es un autor muy reconocido fuera de nuestras fronteras, que ha sido traducido a muchas lenguas —salvo al español— y que recibió numerosos galardones pero que es un gran desconocido entre nosotros.


M.G.: ¿De dónde surge el interés de Cabaret Voltaire por la literatura de vanguardias de la primera mitad del siglo XX, particularmente por las francesas?


M.L.: Surge de una profunda admiración por esta época de cambios en la que artistas multidisciplinares hicieron de la ciudad de París el centro de la creación mundial. París se llenó de artistas procedentes de todos los rincones del mundo que estaban dispuestos a aportar su arte y a encontrar su lugar. La vida de muchos de ellos, como es el caso de cualquiera de los que hemos traducido, está llena de acontecimientos apasionantes y sus obras siguen transmitiéndonos su gran belleza transgresora.


M.G.: ¿Cree usted que en el catálogo de Cabaret Voltaire hay una oferta que en este momento no están haciendo ni los grandes grupos ni las editoriales independientes y que, por lo tanto, la editorial está cubriendo un vacío?


M.L.: Creo que una editorial literaria pequeña como Cabaret Voltaire debe utilizar varias armas para hacerse con ese hueco en el mercado y poder sobrevivir a la avalancha de títulos que inundan las librerías. Desde un principio pensamos hacer un diseño del libro un tanto diferente, mezclar lo más clásico con algo más innovador y reinventar un poco. Al final nos salió un libro lleno de pequeños detalles. La elección de los títulos y la construcción de un catálogo coherente que facilite la fidelización del lector también son labores que creemos fundamentales. Tanto el diseño como la elección de títulos y autores han gustado.


En nuestro caso las librerías de literatura son nuestras grandes aliadas y nos ayudan bastante en la labor de darnos a conocer. También contamos con unos buenos distribuidores. Y, por supuesto, conseguir la atención de los medios también ha sido fundamental.


M.G.: ¿Cómo ve el posicionamiento de Cabaret Voltaire entre las editoriales que manejan un registro similar al suyo y entre los lectores?


M.L.: Aún es pronto para dar una respuesta concreta a esta pregunta. Sólo llevamos un año y siete títulos publicados pero sí te puedo decir que nuestra irrupción en el mercado ha llamado la atención tanto de los medios como de los libreros y que nos hemos encontrado la mayoría de las veces con una respuesta muy positiva por parte de ellos. Para llevar tan poco tiempo en el mercado y ser tantas las editoriales que se crean cada año, el balance, desde luego, es muy positivo.


M.G.: ¿En qué consiste la estrategia tanto editorial como comercial de Cabaret Voltaire para suscitar en el público el interés por las líneas que abordan sus colecciones?


M.L.: En cuidar mucho la edición tanto en el diseño —hacer un libro atractivo— como en la elección de los traductores —que son siempre prestigiosos profesores universitarios expertos en el autor de la obra—. Esto nos permite dotar a cada libro de una amena e interesante introducción, que sirve para situarnos en la época y nos ayuda a comprender cada una de las obras que publicamos.


M.G.: ¿Cree que en este momento estos libros de corte vanguardista han tenido una buena acogida por parte del público?


M.L.: ¡La libertad o el amor!, de Robert Desnos, y ¿Estáis locos?, de René Crevel, son dos joyas del surrealismo francés que están teniendo una buena acogida y han despertado el interés tanto del público como de la prensa especializada. Son clásicos modernos de la literatura que se traducen por primera vez al castellano. Thomas el impostor, de Jean Cocteau, también ha tenido muy buena acogida.



M.G.: ¿Cómo describiría los criterios y el proceso de selección de los autores y títulos que se incluyen en el catálogo de Cabaret Voltaire?


M.L.: Las pequeñas editoriales tenemos que cuidar mucho la elección de los títulos, dando coherencia a nuestro catálogo. A nosotros nos gusta esa idea de la que siempre se habla entre los amantes de la lectura de que un título o un autor te llevan a otro. Queremos que a nuestro lector la lectura de uno de los libros que publicamos le lleve a algún otro de nuestros libros.


M.G.: ¿Cuál sería su balance de la experiencia de la editorial hasta ahora?


M.L.: Muy positivo. El editorial es un sector complejo y muy duro en el que se trabaja mucho y se hacen multitud de labores diversas. Pero el estar rodeado de gente que siente tu mismo amor hacia los libros merece todos los sacrificios.


M.G.: ¿Podría adelantarnos algo con respecto a los libros que Cabaret Voltaire está preparando en este momento?


M.L.: Dentro de la línea editorial “Literaturas del exilio” acabamos de sacar El cordero carnívoro, que es la segunda novela que recuperamos de Agustín Gómez Arcos. Estaba inédita en castellano, fue premio Hèrmes a la mejor novela francesa de 1975 y va prologada por Luis Antonio de Villena. Un libro que si tiene algo es que no te deja indiferente.


Estamos trabajando en nuestro próximo libro. Se trata de París, de Émile Zola, en una traducción, recuperada y espléndida, de Julio Gómez de la Serna y con una introducción a cargo del profesor Juan Bravo Castillo. De los demás títulos previstos no te puedo todavía avanzar nada concreto porque estamos cerrando negociaciones.

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