notas de la rentrée littéraire [ 8 ] / la rentrée según pierre assouline
Hace dos días el diario Le Monde invitó a sus lectores a chatear con el escritor, crítico, periodista y bloguero Pierre Assouline sobre la rentrée littéraire. Las respuestas de Assouline son clarísimas, nos ayudan a entender el fenómeno de la rentrée a quienes somos ajenos al ámbito francés y ponen en evidencia que este personaje es un representante oficial de esa entidad que podríamos llamar “la mentalidad francesa”.
Reproduzco las respuestas de Assouline a las dos primeras preguntas que le formularon los lectores de Le Monde:
Lingam: ¿Por qué los editores y los medios decidieron hacer de la rentrée littéraire un evento?
Pierre Assouline: Eso no sucedió así. Toda esta gente no se reunió un día diciendo: ‘mira, vamos a crear algo’. Es un fenómeno que se instaló progresivamente desde principios del siglo XX y que a partir de ahora se inscribe en las costumbres. Pero no ha habido una premeditación ni un plan concertado.
Malou: ¿Sacar 600 y algo nuevos títulos en el mes de septiembre no es suicida? ¿Para los libreros, que no tienen lugar para exponerlos; para los críticos, que no tienen tiempo de leerlos; para los autores, que venderán menos?
Pierre Assouline: Bajo toda lógica usted tiene razón. Pero no se imagine que al repartir estos 600 lanzamientos a lo largo del año estos libros ganarían una mejor visibilidad. La concentración de todos estos títulos en dos períodos del año (septiembre y enero) permite focalizar la atención en lugar de diluirla en doce meses. Quizás no sea el mejor sistema pero no hemos encontrado otro mejor. En los dos casos es injusto para la mayoría de los autores.
Dentro de un par de semanas publicaré la entrevista que le hice hace diez días a Pierre Assouline en
5 comentarios:
Bastante miope la segunda respuesta. El simple hecho de que un diario pueda comentar lanzamientos cada semana todo el año tiene que influir en la visibilidad mediática de los mismos. De los 600 libros publicados durante la rentrée pocos logran espacio digno en las escasa páginas culturales de los periódicos franceses. Considerar que esa rigidez no es un factor que influya en la posible visibilidad de los libros muestra la falta de visión del supuesto experto. Si así son todos, no es sorpresa que la literatura francesa vaya en caida.
Probablemente las BDs están en alza porque su naturaleza las ha desligado de la lógica francesa de las tradiciones y las costumbres que los tiene congelados en las épocas gloriosas cuando colonizaban culturalmente mediante la academia y el romanticismo parisino.
Aunque a mí me parece que las respuestas de Assouline explican bien el propósito de la rentrée, yo tampoco comparto su valoración positiva de los efectos de la concentración de los lanzamientos en un solo momento.
Al final la mayor parte del tiempo sólo se habla de los libros de autores consagrados y mediáticos y de un par de revelaciones.
Es cierto, todo el mundo habla todo el tiempo de libros porque la rentrée es un tema de conversación. Pero la atención se concentra en unos pocos libros.
Supongo que al final los franceses hacen la rentrée porque se aferran irreflexivamente a las tradiciones que han creado y que los hacen sentirse tan orgullosos de sí mismos.
Si Assouline reconoce que la rentrée no es una práctica perfecta, ¿por qué no propone replantearla en lugar de decir que esta tradición es lo mejor que se ha podido hacer?
Porque es un viejo chocho, como todos los franceses de ciertos medios.
Francia es un país muuuuuy rancio.
Por eso les gusta el queso.
:P
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