miércoles, 6 de mayo de 2009

notas sueltas [ 5 ] / una rareza de fitzgerald, gomorra por martín franco y hermanocerdo 23

Desde que Seix Barral hizo a principios de 2007 una edición ampliada de Prosas apátridas he comprado ese libro varias veces porque siempre termino regalándoselo a algún amigo. Hace un mes largo no tenía nada que hacer un sábado en la tarde, así que decidí ir a comprar otro ejemplar de Prosas apátridas porque desde hacía tiempo tenía miedo de que la edición se agotara y yo no quería dejar de tener ese libro en mi biblioteca personal —estuvo descatalogado durante muchos años y desde que descubrí a Ribeyro en 2004 lo busqué hasta el cansancio—.


Fui a La Central del Raval a comprarlo y aproveché que estaba allí para echarle un ojo a las estanterías. Cuando estaba en la parte de narrativa anglosajona traducida, en una caja abierta que había debajo de una estantería me encontré con un ejemplar de un libro de Scott Fitzgerald que no conocía y que me pareció curiosísimo: El crucero de la Chatarra Rodante, editado en 1990 por Anagrama y traducido por Enrique Murillo.



El crucero de la Chatarra Rodante es el relato de un viaje que el escritor estadounidense y su esposa Zelda hicieron por la costa este de los Estados Unidos durante el verano de 1920 y viene acompañado de unas imágenes lindísimas. Según dice el autor de la introducción, Fitzgerald había escrito el texto para The Saturday Evening Post que lo rechazó y se lo vendió a la revista Motor.







Es una coincidencia que en medio del resurgir del interés por Fitzgerald a raíz de la salida de la adaptación cinematográfica de El curioso caso de Benjamin Button —al cual me referí hace un tiempo en la primera entrega de estas notas sueltas— yo me encuentre un libro publicado en 1990 que estoy seguro de no haber visto nunca antes porque en una época estuve a la caza de libros de Fitzgerald.


El libro me pareció demasiado barato para pertenecer la colección Panorama de narrativas —aunque es del tamaño de un compacto de los grandes—: 7.22 euros. Pero lo que más me llamó la atención del precio del libro es que debajo de la etiqueta en la que éste estaba indicado —que fue puesta el 1 de abril de 2009— había otra mas pequeña de la Distribuidora popular con un precio en pesetas. Cuando esta etiqueta fue puesta —necesariamente antes de 2002— el libro de Fitzgerald costaba 9.207 pesetas.






¿Dónde habrá estado este libro todo este tiempo? ¿Por qué estaba fuera de circulación? ¿Cuántos ejemplares quedan de la edición y dónde están éstos? ¿Se prevé reeditarlo?


***


En semana santa conocí al periodista colombiano Martín Franco, que actualmente vive en Madrid y en ese momento estaba de paso por Barcelona. Mientras hablábamos Martín me contó que estaba leyendo Gomorra para hacer un artículo para una revista pero que le daba mucha pereza seguir leyéndolo. Según me dijo, le molestaba que en todas partes se hablara tanto de Roberto Saviano y tan poco del libro como tal.




Por curiosidad compré Gomorra en Guadalajara y empecé a leerlo en diciembre pero lo dejé hacia la página 80 porque no me enganchó. En febrero o marzo volví a cogerlo para leerlo en el metro o antes de irme a dormir pero siguió sin engancharme y hablando con Martín no sólo me di cuenta de que llevaba alrededor de diez días sin abrirlo, sino que también decidí que no iba a leer las 45 páginas que me hacían falta para terminarlo. Sinceramente creo que lo mejor que tiene Gomorra es la imagen de Andy Warhol que ilustra la portada —al menos en la edición de Debate que yo tengo, por lo cual al final todo el mérito es para el artista estadounidense—.


Durante nuestra charla Martín y yo concluimos que a pesar de que la historia puede ser interesante y de que todo parece estar muy bien documentado, el libro carece de un hilo argumental bien articulado, el relato está bastante mal escrito —un problema de estilo que le da a Saviano el beneficio de la duda porque se les puede atribuir a los traductores— y la lectura es aburridísima.


En fin, el pasado 22 de abril Martín publicó en su blog una entrada titulada "El último grito de la moda" en la que declara lo siguiente:


'No pude terminar Gomorra. Lo intenté varias veces, postergué su lectura, lo empaqué día tras día en el morral con la esperanza de leerlo. Pero siempre que lo veía volteaba la cara. Tampoco logré encontrar una crítica al libro porque, según parece, ventilar ante el mundo a esta mafia le ha dado el ansiado tótem de la inmunidad. Tal vez por eso nadie dice que es un libro denso, fragmentario, que carece de un hilo conductor e introduce personajes que aparecen y se esfuman con una facilidad asombrosa; o que en repetidas ocasiones el narrador se pierde en una enumeración de datos que bien podrían ser una especie de copy-paste de los archivos que durante meses le facilitó la policía para su investigación. Gomorra es aburrido y está mal contado; esa especie de reportaje-novela narrada en primera persona que vuelve otra vez sobre el mundo de la mafia no me agarró nada. Será en otra ocasión, Saviano'.




Completamente de acuerdo, Martín. Nunca mejor dicho.


***


Hace un par de semanas salió el número 23 de HermanoCerdo, que entre otras cosas contiene reseñas de dos novelas que fueron premiadas recientemente en los premios de Anagrama y Planeta, crónicas sobre La Habana y Tokio, un cuento de Leonard Michaels y mucho más.




Les recomiendo echarse una pasada por la página de HermanoCerdo.

7 comentarios:

Portnoy dijo...

¿No te parece mucho dinero 9.207 pesetas? Son más de 55€... esa etiqueta debe significar otra cosa... quizás el lugar recóndito en el que estuvo almacenado todo ese tiempo
:-)
Un saludo

martín gómez dijo...

Hummmmmmm, tienes toda la razón. Un gazapo monumental por desconocer las equivalencias entre las monedas...

Ahora a averiguar qué demonios significan los números de la bendita etiqueta.

Un placer verte por acá.
Saludos de vuelta, señor.
Martín.

Javier Moreno dijo...

Hablando de HermanoCerdo, lo invito leer el especial de emergencia titulado "Puerca Epidemia" que lanzamos ayer.

martín gómez dijo...

Vale, le echo un ojo y pongo un update en la entrada.

Anónimo dijo...

Hola Martín,
La etiqueta que hay debajo no pertenece al precio, como bien indica Portnoy. Debe ser la referencia del almacén. Además, la marca de la Distribuidora Popular seguramente se debe a que el libro fue subdistribuido en algún lugar de España por DP, y al cabo de unos años debió devolverse (ahora que Anagrama comparte almacén con Logista).
Intento responder a tus preguntas: hay muchos libros de ediciones antiguas que hace años que están en los almacenes y te sorprenderías de sus títulos (recuerdo recientemente ver ediciones de los "Carnets" de Camus en Alianza http://www.lacentral.com/9788420601328 -- http://www.lacentral.com/9788420601311 ).
Simplemente hasta que alguien no los pide no salen de ahí, o simplemente el comercial de Enlaces Editoriales (que comercializa editoriales como Anagrama) aprovechó el tirón Fitzgerald para recolocarlo. Aún así, seguramente queden pocos ejemplares y en caso de agotarse no creo que lo reediten.
Cuando ocurren casos como este uno piensa que aún hay editores con criterio que no guillotinan ejemplares a la primera de cambio.

Un saludo.

Jesús

Pazcual dijo...

Siempre había oído buenas criticas de Saviano, es más, quiero leerme el libro, pero ahora me ha entrado la duda de hacer la inversión. Tal vez antes de comprarlo lo hojee para ver si en 5 líneas me convence. En cuanto a la cuestión pesetas/tiempo encerrado...Al no vivir allá no puede emitir comentario, pero si te digo que no está de más tener un libro viejo. Personalemente, a mí me encantan.

Saludos van,

Paz

martín gómez dijo...

Paz, ve a una librería, busca Gomorra y léete un par de páginas a ver si te gusta. Lo peor que te puede pasar es que te enganche...

Y bueno, para mí los libros viejos tienen un encanto irresistible cuando son buenos y están bien editados.

Seguimos...