flm 09 [ 1 ] / la feria del libro de madrid, de espaldas al futuro
El próximo lunes 1 de junio me voy a la Feria del Libro de Madrid. Además de que la ciudad me encanta, el hecho de que la feria se celebre en el parque de El Retiro hace que visitarla sea una experiencia única. También hay que decir que esta Feria del Libro de Madrid será una buena ocasión para quedar con varios amigos con quienes desde hace un tiempo venimos coincidiendo en ferias, charlas, presentaciones de libros, cenas e incluso alguna fiesta.
Hasta ahora todo el protagonismo de esta feria se lo han llevado sus organizadores, que apoyándose en el reglamento del evento han prohibido la venta de e-books —ver el artículo “La Feria del Libro de Madrid no tendrá libros electrónicos”, publicado hace dos días en el diario El Mundo—. A propósito de la determinación de la feria aprovecho para citar un fragmento del artículo “Prohibir el futuro”, que da cuenta de la actitud de algunos actores claves del sector editorial frente al ámbito de lo digital. Alberto Cano afirma lo siguiente en su artículo publicado ayer en Soybits:
‘Si bien esta no es la norma (en la Feria de Sevilla, por ejemplo, el libro digital es protagonista), sí es cierto que el sector editorial se ha desentendido de Internet prácticamente desde el principio. No hablamos ya del libro digital sino de la web, el catálogo online, las herramientas de márketing o la comunicación con sus lectores. Y es un error cuyas consecuencias se están comenzando a vislumbrar ahora.
Empresas del sector tecnológico-digital sí vieron un enorme hueco de mercado y la oportunidad de posicionarse cuando los anteriores protagonistas del sector no pensaban hacerlo. Ahora, el sector anda convulso entre acatar las normas que están imponiendo los otros, tratar de hacer algo o seguir ignorando la realidad. Y entretanto, van surgiendo nuevas editoriales digital born capaces de entender el nuevo paradigma’.
La posición de la feria y los planteamientos que los representantes tanto de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) como del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) expusieron la semana pasada en Sevilla demuestran que en el sector del libro español hay actores que o todavía no han entendido que estamos frente a la emergencia de una nueva realidad, o no se han enterado de que las cosas están cambiando o simplemente siguen dándole la espalda a lo que está pasando.
Si continúan rehusándose a aceptar la configuración de un nuevo escenario que es el resultado de transformaciones globales que no van a detenerse sólo porque algunos segmentos del sector editorial se niegan a evolucionar, estas organizaciones corren el riesgo de perder su razón de ser porque sus planteamientos empezarán a ser caducos debido a que ya no estarán respondiendo a las necesidades de una realidad vigente. En la burocracia cultural ya hay suficientes órganos obsoletos y sería una lástima que en lugar de adaptarse a una nueva realidad y de asimilarla estas organizaciones vinculadas al sector editorial optaran por convertirse en un ítem más de esta categoría.
Si los actores del sector que hoy están dándole la espalda al futuro quieren jugar un rol activo en el proceso de configuración de ese nuevo escenario, sin lugar a dudas tendrán que espabilarse. De lo contrario tendrán que bajar la cabeza frente a actores como Amazon, Google o los proveedores de acceso a Internet y acatar lo que éstos decidan.
Cambiando de tema, una última cosa: como Francia es el país invitado a la 68ª edición de la Feria del Libro de Madrid, estaré atento a la oferta de títulos proveniente de ese país para ver si recupero el interés por la literatura francesa contemporánea que, salvo por la novela policíaca y el cómic, últimamente me parece tan aburrida.