lunes, 9 de abril de 2007

lecturas de fin de semana [ 4 ] / ‘convergencia’, de francis pisani



Transnets, el blog del periodista francés Francis Pisani, es una de mis referencias obligadas para entender no sólo la evolución de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, sino también las repercusiones que actualmente tienen éstas sobre nuestras vidas a partir del uso que hacemos de ellas.

A continuación reproduzco dos entradas de su blog en las que Pisani comenta algunos de los aspectos centrales del libro Convergence Culture, Where Old and New Media Collide Convergencia cultural, donde los medios viejos y nuevos colisionan—, de Henry Jenkins.

Me parecen bastante interesantes los comentarios de Pisani con respecto a las repercusiones de la convergencia tecnológica sobre el consumo de contenidos, al rol activo de los usuarios en la producción de éstos, a las nuevas estructuras sociales que genera la convergencia y a la importancia que adquieren la idea tanto de 'cultura de la participación' como de 'inteligencia colectiva'.


Convergencia (1) - Un fenómeno cultural


¿Y si la convergencia fuera otra cosa distinta de lo que decimos habitualmente? A la vez diferente y mucho más importante. Un fenómeno todavía más cultural que técnico.

Para la mayoría de nosotros, se trata de la capacidad de reunir diferentes medios en un mismo aparato. Para algunas salas de redacción, el término se refiere a la transformación del periodismo en un nuevo medio en el que se encuentran imágenes, audio y textos. En los dos casos el término remite a un concepto esencialmente tecnológico que es un poco limitado.


Para Henry Jenkins, sin embargo, el término convergencia describe cambios quizás más culturales y sociales que tecnológicos. Una teoría que él desarrolla de manera consistente a partir de múltiples ejemplos concretos en su libro Convergence Culture, Where Old and New Media Collide Convergencia cultural, donde los medios viejos y nuevos colisionan—.

“Por convergencia entiendo el flujo de contenidos que pasa por múltiples plataformas de medios, la cooperación entre diversas industrias y el comportamiento emigrante de las audiencias listas a ir a donde sea en busca del tipo de pasatiempos que quieren”, escribe Jenkins.

A partir de este concepto de base, el fascinante libro de este profesor del Massachussetts Institute of Technology aborda igualmente las cuestiones de la cultura de la participación y de la inteligencia colectiva.

De hecho, todo depende de la “participación activa de los consumidores”. “El consumo”, aclara Jenkins, “se ha convertido en un proceso colectivo, que es lo que entiendo en este libro por inteligencia colectiva”.

Si The Long Tail La larga cola—, el libro de de Chris Anderson, analiza una parte esencial de la economía de la Web 2.0, Convergence Culture nos invita a sumergirnos en sus dimensiones culturales.

En lugar de anunciar la muerte de los medios tradicionales, Jenkins pone al día la extraordinaria fertilidad a la cual da lugar la colaboración con los nuevos medios… bajo el impulso de los usuarios. “Si el paradigma de la revolución digital [tal como se formulaba hace una década] presuponía que los nuevos medios desplazarían a los viejos, el paradigma de la convergencia emergente asume que los medios viejos y nuevos interactuarán cada vez de manera más compleja”, explica.

La tecnología avanza por saltos. Los medios evolucionan porque ellos también son “sistemas culturales”. Reflexionando bien al respecto (y llevando un poco más allá su razonamiento), termina uno por preguntarse si los aparatos no tienden a divergir mientras que los contenidos convergen.


Convergencia (2) - La invención de los relatos transmedios


Una de las grandes virtudes de Convergence CultureConvergencia cultural—, el libro de Henry Jenkins del que ya he hablado, es que rastrea esta evolución mayor a partir de la cultura popular. La obra sigue muy de cerca la manera como la cultura popular es consumida, particularmente por los jóvenes estadounidenses.

Jenkins muestra cómo se constituyen las comunidades de seguidores alrededor de series televisadas como Survivor y American Idol, al punto de influenciar la evolución de éstas. Cómo con la complicidad total de los hermanos Washchowski estas comunidades han inventado la narrativa “transmedios” (el arte de “fabricar universos” de los que debemos reunir fragmentos dispersos en distintos medios).

El libro nos hace descubrir cómo Star Wars ha dado lugar a una colaboración entre las comunidades de seguidores y las empresas de medios y cómo los niños han sentado las bases de una nueva cultura de los medios (hoy indispensable), apropiándose de las versiones en línea de Harry Potter.

En cada uno de los casos que estudia extensamente (un capítulo para cada uno), Jenkins muestra la tensión – cooperación que se crea entre medios viejos y nuevos a la vez que el enfrentamiento entre los responsables de los medios y los usuarios. El autor ve la situación en términos de batallas a librar ahora. “Las empresas de medios están aprendiendo a acelerar los flujos de contenido por diferentes canales de distribución para extender sus oportunidades de ingresos, ampliar el mercado y reforzar el compromiso del espectador. Los consumidores aprenden, por su parte, a utilizar estas diferentes tecnologías para gestionar más plenamente los flujos de contenido bajo su control y para interactuar con sus pares. Las promesas de este nuevo entorno de medios abren expectativas de un flujo de ideas y de contenidos más libres”.

A partir de esta pista, Jenkins aborda naturalmente las dimensiones sociopolíticas del fenómeno. “Los efectos políticos de estas comunidades de seguidores no provienen solamente de la producción y de la puesta en circulación de ideas nuevas (la lectura crítica de los textos favoritos), sino también del acceso a estructuras sociales nuevas (inteligencia colectiva) y a los nuevos modelos culturales de producción (cultura de la participación)”.

El paisaje político, la naturaleza de nuestros compromisos y las herramientas de las que nos valemos cambian porque nuestras relaciones con los medios se transforman. Es por esto que lo que Jenkins ha bautizado (me parece que de manera insatisfactoria) la cultura de la convergencia es tan importante.

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