así también pueden promocionarse los libros
El martes pasado en la mañana timbró en mi casa un mensajero de MRW diciendo que traía un paquete para mí. Como llevo un par de semanas esperando recibir Si un árbol cae, el libro balcánico de Isabel Núñez, pensé que finalmente había llegado. Sin embargo, cuando estaba firmando el acuse de recibo me di cuenta de que el paquete venía de saymon ediciones.
Cuando abrí el paquete me encontré con una bandeja de espuma de poliestireno rodeada por una faja negra que en la parte superior tenía escrita la frase “¿Quieres saberlo todo sobre la manipulación humana?” y que en su interior contenía un libro llamado Guantes negros, de Fede Durán. El recipiente y la portada del libro me dieron la impresión de tener en mis manos una bandeja de carne picada. Luego, debajo del libro había tres bloques de plastilina de color rojo y negro empacados en bolsitas de plástico y un separador de libros.
Una estrategia de promoción llamativa por el simple hecho de ser distinta, ¿no?
Sin lugar a dudas la bandejita no me habría llamado tanto la atención si el producto promocionado fuera un jabón, un servicio de un banco, la colección de primavera-verano de una tienda de ropa o una campaña de 2X1 de una pizzería. Pero claro, en este caso sorprende porque por lo menos en nuestro medio no es frecuente que se recurra a este tipo de estrategias de marketing para promocionar libros. Sobre todo cuando se trata de una editorial que hasta ahora está empezando.
Al recurrir a una estrategia de promoción inusual en su medio saymon ediciones está echando mano de un mecanismo que puede ser eficaz para obtener notoriedad. Ya veremos con el paso del tiempo en qué consiste su propuesta editorial, que es lo que al final realmente importa.
Yo no estoy de acuerdo con quienes dicen que las estrategias mediante las que se promocionan detergentes, servicios de telefonía, yogures o automóviles no deben utilizarse para vender libros. Creo que lo importante es que detrás de la cosmética publicitaria haya contenidos y no humo.
6 comentarios:
Jajaja perdón por la envidia, pero yo también quiero recibir uno de ésos.
Cosas como éstas ayudan a que el interés por un libro en verdad crezca. Tú mismo lo escribes: "Creo que lo importante es que detrás de la cosmética publicitaria haya contenidos y no humo.". Y al fin y al cabo, en cuestiones de publicidad, personalmente considero que nada es exclusivo.
Saludos van,
Paz
Sí, pues son pequeñas curiosidades con las que se intentan llamar la atención y que me hacen pensar no sólo sobre la manera como se puede comunicar con respecto a un producto, sino también sobre lo que éste en realidad está en capacidad de ofrecer.
Al final la cosmética me atrae muchísimo aunque siempre termino sospechando de aquello que oculta.
Seguimos...
Siempre es refrescante que las nuevas editoriales busquen nuevas formas de llamar la atención en sus comienzos. Es una excelente manera de que en el maremagnun de la edición se fije la mirada en ellas. Y una vez conseguido eso, ya será su labor propiamente editorial la que pueda conseguir fidelizar a los lectores.
Claro, Jorge, la innovación también debe hacerse en la promoción. Lo importante es tener un buen producto detrás porque si no estarás vendiendo humo y perderás toda tu credibilidad de cara a tu público.
Seguimos...
Si que son ocurrentes. Vi las fotos y no pude evitar reirme, además de pensar en formas creativas de promocionar un libro.
Espero, al igual que tú, que más allá de la atractiva e inusual promoción exista un contenido valioso.
Pues sí, Argénida, vamos a ver qué nos proponen los de saymon ediciones en términos de líneas editoriales y de catálogo.
Seguimos...
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