martes, 2 de diciembre de 2008

fil [ 11 ] / el futuro del libro: una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa

Ayer la programación de la FIL anunciaba la realización del evento “El futuro del libro. Debate sobre la integración del mundo editorial y nuevas tecnologías (POD, Internet, Ebooks, etc)”, organizado por Google. El cartel del debate, que sería moderado por Marco Marinucci, de Google, era sugestivo y prometedor: Luis Francisco Rodriguez —de Publidisa—, Rosario Rogel —de Redalyc— y Pedro Huerta —de Random House Mondadori México—.


Como se trata de un tema que nos interesa muchísimo, con el que apenas nos estamos familiarizando, acerca del cual tenemos mucho que aprender y con respecto al cual todavía está casi todo por decir, fuimos al evento con las mejores expectativas.


Lo que fue presentado como un debate terminó siendo en realidad una serie de presentaciones corporativas de los servicios que prestan Google y Publidisa en el campo de los libros digitales y de la línea de negocios que Random House Mondadori está abriendo en México en este campo. Verdaderamente interesante fue la presentación de Redalyc, una hemeroteca científica de publicaciones en español en línea desarrollada bajo la filosofía del Open Access por la Universidad Autónoma de Estado de México (UAEM) ‘con el objetivo de contribuir a la difusión de la actividad científica editorial que se produce en y sobre Iberoamérica’. La naturaleza de este proyecto que en sí misma ya plantea una reflexión interesantísima marcó una diferencia radical con lo que estaban presentando Google, Publidisa y Random House Mondadori. En lugar de hacer una presentación corporativa con tintes comerciales Rosario Rogel habló acerca de la filosofía, los fundamentos, los aspectos técnicos y los logros del proyecto que dirige.


En fin, de reflexión hubo poquísimo y de debate directamente nada.



¿Es que los participantes no tenían nada que decir con respecto al Digital Rights Management (DRM), a la emergencia de nuevos actores en el negocio editorial, a la aparición de nuevas mediaciones y al destino de las tradicionales, a la interoperabilidad, a la definición de estándares, al perfeccionamiento de los readers, a las alianzas entre actores, a los cambios en los hábitos de lectura, al Open Access o al Copyleft?


¿Por qué vender como debate un conjunto de presentaciones basadas en discurso corporativo puro y duro?


No llamar a las cosas por su nombre despista, decepciona y genera desconfianza. De momento creo que lo mejor para intentar entender o imaginar cómo podría ser el futuro del libro es seguir leyendo los blogs de José Antonio Millán, Joaquín Rodríguez, Javier Celaya, Enrique Dans, Francis Pisani, Cory Doctorow y el Institute for the Future of the Book.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Querido Martín, empiezo a pensar que este tipo de encuentros (debates, mesas redondas, etc.) van a pecar siempre de lo mismo. No sé si tuviste ocasión de asistir la pasada semana al Ficod, en Madrid. Ocurrió exactamente como describes (y eso que en una de las mesas redondas estaba Javier Celaya, que hacía indisimulados esfuerzos por reconducir la conversación hacia temas más concretos enunciados en la presentación). No sé, habría que repensar la mecánica de estas historias... o simplemente no perder el tiempo asistiendo. Pásalo bien en Guadalajara, aprende mucho y cuéntanoslo. Un abrazo. María (Veintisiete Letras)

martín gómez dijo...

Sí, María, es realmente lamentable que se desaprovechen estas oportunidades, sobre todo cuando se tiene en la mesa a gente seria como Javier.

Se está produciendo la impresión de que no se están haciendo cosas serias y de que no es posible salirse de la frivolidad. Y bien merecido nos lo tenemos.

Habría que buscar otros circuitos. De momento me quedo con los blogs que mencioné. El nivel de la discusión es muy distinto cuando intervienen personas como Joaquín, José Antonio y los demás.

Un abrazote para ti.
Martín.

Javier Moreno dijo...

El problema del futuro del libro es que está probablemente por fuera de esas megacorporaciones, en manos de pequeños editores digitales o de los mismos artistas (el ejemplo musical viene bien), así que las conferencias que organizan son realmente un esfuerzo por encausar el juego de manera que puedan continuar teniendo el mercado controlado.

(Al margen: Mención de [el ojo fisgón] en HermanoCerdo)

martín gómez dijo...

Un aspecto interesante de lo que usted dice es que estos actores pequeños pueden jugar un rol importante en el rumbo que tomen las cosas en la medida en que encontrar su nicho y especializarse en él les da mucha cancha para desarrollarse y para poder conquistar nuevos nichos replicando su experiencia en otros ámbitos.

Si a esto le sumamos la autoedición, la impresión bajo demanda y la promoción de sus obras por parte de los autores mismos (aquí cito un caso bastante interesante de esta práctica), nos encontramos con que el poder de los intermediarios de siempre puede ir erosionándose poco a poco. De hecho, a los distribuidores, a los almacenes y a las empresas de logística ya se les empezó a dañar su negocio.

Gracias por el link a la mención de este humilde servidor en HermanoCerdo, que es una revista sencillamente maravillosa.

Cordialmente, Martín.

Anónimo dijo...

Hace unos meses asistí a otra jornada El futuro del libro... en Barcelona. Otro rollo, por lo mismo, la empresa que la organizó y pagó los gastos nos aburrió hasta la saciedaz vendiendo su imagen y los servicios que ofrece

martín gómez dijo...

Creo que sé a cuál evento te refieres. Yo también estuve y ni te digo el aburrimiento y la rabia que me dieron.

Al final el problema es de ellos porque aunque su negocio pueda ir bien, no creo que con todas estas movidas consigan nuevos clientes y estoy seguro de que se desprestigian como prescriptores.

Xpectro dijo...

s leer al regresar a casa una nota como esta, de la revista Good en la que se anuncia que la industria editorial seguirá a la de los carros en la picada económica.

Espero que los futuros eventos del tema sean más sensatos y orientados a invitar a la audiencia a participar y tomar una posición activa en el debate.

Y la cosa se pone más bizarra cada vez cuando uno lee como gobiernos como el inglés han optado por AUMENTAR el copyright tradicional 20 años como si no vieran lo que está pasando...

martín gómez dijo...

Claro, Pablo, en este "debate" escaseó no sólo la reflexión sino también el espacio para la participación del público.

Independientemente de las contingencias de una coyuntura global, al final cada industria termina influyendo bastante en la definición de su destino. Y si la industria editorial sigue así, su futuro no es nada alentador.

Y si además los gobiernos siguen promoviendo estas medidas retrógradas de las que habla el link de ars technica que pones aquí, la industria seguirá dando palos de ciego durante un buen tiempo.