martes, 18 de marzo de 2008

¿cómo gestionar una empresa editorial?
adquisiciones indiscriminadas, falta de experticia y fiascos

Con respecto a las razones de la destitución de los presidentes de Vivendi y Bertelsmann en 2002, dice Francisco García en el texto “¿El ocaso de los dioses?” incluido en Libros o velocidad:


‘Se ha puesto de manifiesto que el crecimiento y la diversificación indiscriminada de una gran corporación no aportan siempre los beneficios esperados ni mejoras apreciables debidas a las economías de escala. En muchos casos, ni siquiera se puede contar con una mejora en la gestión porque nadie garantiza que una empresa experta en infraestructuras básicas, y que tiene un gran éxito en esa actividad, sea la más adecuada para gestionar, por ejemplo, un grupo editorial o de comunicación. Al contrario, la creación de superestructuras costosas y superfluas entorpece el desarrollo de las unidades menores que integran ese conglomerado, y las decisiones de máximo nivel se convierten en juegos puramente financieros sin relación con la actividad real de la empresa’.


Libros o velocidad, pp. 44 - 47

Libros sobre libros y Fondo de Cultura Económica

México, 2005


Justamente en esta misma línea van algunas de las reflexiones que plantea André Schiffrin en La edición sin editores y que comenté aquí hace unas semanas.

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