Me gusta la descripción que hace Jorge Volpi de las ferias del libro de Frankfurt y Madrid en su artículo “Intruso en la feria”, publicado en la edición de hoy de Babelia —que, por cierto, tiene un especial dedicado a Colombia como país invitado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara—. Hay una frase con respecto a Frankfurt que según tengo entendido parece expresar muy bien el espíritu de la feria: ‘la literatura allí es lo de menos; importan los negocios, las citas cada veinte minutos y las copas por la noche’.
Si la de Frankfurt es una feria para profesionales de la edición, en la de Madrid las estrellas son los escritores que acuden al parque El Retiro para satisfacer la curiosidad de sus lectores.
Dice Volpi:
2 Los demasiados libros.
Los escritores tenemos nuestro infierno: la Feria del Libro de Francfort. Pocas experiencias tan angustiantes como asistir -por error- a ese gigantesco laberinto. Libros en todas las lenguas, de todos los temas, de todos los colores, de todos los tamaños. Y, para colmo, miles de "profesionales", los auténticos convidados a la fiesta: editores, agentes, publicistas, scouts. En Francfort, los lectores están prohibidos (sólo se permite mirar los libros desde lejos) y los escritores son bichos raros: a veces asiste el próximo Nobel, el ganador del Premio de los Libreros, la cohorte literaria del país —o cultura— invitados cada año y algún novelista o poeta despistado. ¿A qué? A sufrir frente a lo que Gabriel Zaid llama los demasiados libros. La literatura allí es lo de menos; importan los negocios, las citas cada veinte minutos y las copas por la noche. Lo mejor que autores y lectores pueden hacer en Francfort es huir. La Feria del Libro de Madrid es el caso inverso: un mercado de pulgas literario, con cientos de casetas esparcidas bajo el sol calcinante del Retiro, donde escritores enjaulados deben dedicar (o intentar dedicar) sus libros a los paseantes como si fuesen espinacas en oferta.
Tomado del artículo “Intruso en la feria”, de Jorge Volpi, publicado en la edición de hoy de Babelia.
2 comentarios:
Després del meu primer Frankfurt, la impressió va ser molt semblant a la de Volpi: vaig quedar aclaparat, enlluernat per l'excés. Però al segon Frankfurt la cosa ha sigut diferent: amb més calma he vist literatura pertot; perquè la literatura hi és, només cal saber trobar-la, entre «los demasiados libros» com a tot arreu.
Salutacions cordials.
Em sembla molt interessant conèixer de primera mà els punts de vista de persones que han estat allí. Ja em diràs més després.
Fins a la pròxima vegada (que espero que sigui prompte). Bon cap de setmana.
Salutacions per a tu també .
Martín.
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