¿por qué el interés por las editoriales independientes?
Desde que abrí [ el ojo fisgón ] en febrero de 2007 la edición independiente es uno de los temas que más me ha interesado y de los que me he ocupado de una manera más o menos reiterativa y sistemática. A menudo me he preguntado por qué este tema me interesa tanto y ahora que el Observatorio Iberoamericano de la Edición Independiente (OBIEI) es una realidad vuelvo a hacerlo una vez más.
La respuesta es simple: en primer lugar, porque de los grandes grupos editoriales ya se ha hablado demasiado bien sea porque pertenecen a estructuras que poseen sus propios medios de comunicación que actúan como órganos de difusión "de la casa" o bien porque tienen algún tipo de influencia sobre grandes medios ajenos a ellos. Como bien lo dice la "Declaración internacional de los editores independientes por la protección y la promoción de la bibliodiversidad", estos grupos 'poseen los recursos económicos, los medios de comunicación y mecanismos de difusión'. En fin, se trata de empresas que cuentan con todo un aparato de producción, distribución, difusión y promoción propio y que, por lo tanto, tienen como medio natural un circuito distinto de aquel en el que a mí me interesa posicionarme.
Y, en segundo lugar, porque las editoriales independientes parecen ser el espacio donde tiende a ser mayor la apuesta por sacar a la luz nuevos valores y por publicar títulos cuya alta calidad literaria no necesariamente garantiza su rentabilidad comercial. Creo que catálogos como el de Impedimenta, Marbot, Melusina, minúscula, Nórdica y otras jóvenes editoriales independientes que están haciendo propuestas muy interesante y arriesgadas serían impensables en el seno de un gran grupo.
Aunque claro, hay sellos literarios como Seix Barral, Lumen o Alfaguara que pertenecen a grandes grupos y que publican cosas de muy buena calidad. El problema es que desde hace varios años estos sellos vienen desdibujándose y lo hacen cada vez más porque en ellos conviven obras y autores de una calidad literaria muy dispar. En un sello mítico como Seix Barral, por ejemplo, hoy en día encontramos obras excelentes de figuras como Philip Roth, Carson McCullers, Julio Ramón Ribeyro, Octavio Paz o Don DeLillo al lado de saris rojos, pasiones indias, satanases, estrategias de yo no sé qué y gárgolas. Es más clara la línea de sellos bastante buenos como Mondadori y Caballo de Troya, de Random House Mondadori.
Tampoco se trata de sugerir que los editores independientes necesariamente son los garantes de una cultura del todo ajena a los intereses comerciales o que una editorial independiente debe ser una asociación dedicada a hacer obras de caridad a favor de la preservación de los bienes culturales. Como dicen Manuel Gil y Francisco Javier Jiménez en El nuevo paradigma del sector del libro, 'independencia no debería asociarse directamente a creatividad: “algunos editores económicamente independientes no son sólo tontos redomados sino también incompetentes notorios, que publican obras lamentables”’.
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Nota: la parte del fragmento citado de El nuevo paradigma del sector del libro que viene entrecomillada es a su vez una cita del libro La edición independiente como herramienta protagónica de la bibliodiversidad, de Gilles Colleu, hecha por Manuel Gil y Francisco Javier Jiménez. El fragmento de El nuevo paradigma del sector del libro está en la página 41 y la cita de Colleu incluida en él está en la página 105 de La edición independiente como herramienta protagónica de la bibliodiversidad (ver el comentario de Manuel Gil y Francisco Javier Jiménez a esta entrada).
14 comentarios:
El otro día, siguiendo un link suyo, terminé en un documento con una cantidad de estadisticas sobre el libro en latinoamerica. Un dato que me llamó la atención fue la gran proporción de libros que son autopublicaciones (casi el 70% de los titulos o algo asi).
Pregunta: ¿Estas microempresas del libro son editoriales independientes? Un ejemplo: Feriva, de Cali.
P.D. De acuerdo, el sello de independiente, no garantiza nada per se.
Sin duda, un blog muy interesante. Enhorabuena.
Lo que hacen muchas editoriales pequeñas es decirle al autor: 'mire, si quiere publicar hagamos una "coedición". Es decir, usted cubre todos los costos de producción y nosotros ponemos el sello'.
Y todos tan contentos porque el autor cumple su sueño de ver su libro publicado y la editorial se gana una platica a la vez que añade un título más a su catálogo. Está claro que en estos casos el riesgo económico corre por cuenta del autor y que si el libro no se vende quien pierde es él porque lo que ha hecho la editorial es prestar un servicio. Y no son pocas las editoriales pequeñas que hacen esto.
Ahí hay negocio pero los criterios a partir de los que se aplica el filtro para definir qué se publica son bastante ambiguos y no parecen ir determinados por una línea editorial sino por una intención de ganar plata mediante la prestación de servicios editoriales.
En principio lo de la independencia es básicamente una cuestión relacionada con el origen del capital al cual pertenece la editorial. Se puede ser independiente en diversos grados: usted puede sacar sus ahorritos y montar su propia editorial para hacer lo que se le antoje, reunir a sus amigos que tienen plata para venderles el rollo y pedirles que sean inversionistas de un proyecto que usted manejará a su antojo y comprometerse a presentarles balances positivos a fin de año o ir a un gran grupo y proponerle montar un sello que está claro que va a funcionar.
Así que estas editoriales que hacen las famosas "coediciones" pueden ser independientes o no según el origen del capital al que pertenezcan. Habría que mirar cada caso en particular.
Los criterios que utilizan para decidir qué publican y si su catálogo es bueno o no, es otro tema.
Gracias, Jorge.
Espero seguir viéndote por acá de vez en cuando.
Saludos.
Martín.
Querido Martín, muchas gracias por la cita, pero queríamos aclarar una cosa. En el estracto que entresacas de El nuevo Paradigma del sector del libro (p. 41), citamos a Gilles Colleu y su libro La edición independiente como herramienta protagónica de la bibliodiversidad (Buenos Aires, La marca, p. 105). Obviamente todos los defensores y militantes de la edición indepnediente, de calidad, no nos identificamos ni con mucho con el modelo de editor que denuncia Colleu.
Manuel y Javier, la idea que plantea Colleu es interesante y certera aunque los términos que utiliza son un poco fuertes, ¿no?
Creo que echándole un vistazo por encima al catálogo de una editorial independiente se puede saber fácilmente si se ajusta o no al modelo de editor que denuncia Colleu.
En todo caso añadiré una nota en la entrada haciendo la aclaración con respecto a la cita. Ahora caigo en cuenta de que además del entrecomillado dentro de la cita de El nuevo paradigma en el sector del libro debí haber añadido la referencia a Colleu para diferenciar entre las ideas de Gil & Jiménez y las del autor francés.
Un abrazo.
Martín.
Martín: Tengo una pregunta... ¿Impedimenta saca a la luz nuevos valores?
Son Henry James, Laurence Sterne, Rainer Maria Rilke nuevos valores?
Si tienes en cuenta que lo que están haciendo Impedimenta y otras editoriales es recuperar obras de autores clásicos como los que mencionas que o no habían sido publicadas nunca en castellano o estaban descatalogadas desde hace años, la respuesta es sí.
Perdón. Quería contestar al amable lector anónimo que ha hecho una entrada en relación al catálogo de la Editorial Impedimenta, y a su apuesta en nuevos valores. Creo que el lector, llevado a error, nos ha confundido con otra editorial. De hecho, nosotros no hemos publicado a Rilke, ni a Laurence Sterne. Sin embargo, sí hemos publicado a nuevos autores, nunca editados en castellano, o bien editados de modo raro,como el Vizconde Lascano Tegui, Jean de la Ville de Mirmont, Windham Lewis, Leonard Woolf, John Braine, Mihail Sebastian o algunos de los autores de la antología "El Rival de Prometeo" (Vernor Vinge o A.M. Turing).
Creemos que un buen catálogo conjunta nuevas apuestas, como las que he reseñado, con obras inéditas de autores más consagrados, como Edith Wharton, Georges Perec o Mircea Eliade.
En fin, sirva de puntualización a la entrada del lector anónimo, a cuya disposición nos ponemos para comentar nuestro catálogo y ampliarle cuantas referencias estime oportunas.
Un abrazo,
Enrique Redel
Director Editorial
IMPEDIMENTA
Gracias por la precisión, Enrique.
Aún en tiempos de la tan nombrada Web 2.0 son pocos los editores que están dispuestos a entrar en contacto directo con los lectores y a abrir una discusión alrededor de su catálogo.
He tenido la oportunidad de seguir la trayectoria de Impedimenta desde sus primeros títulos y personalmente creo que estás haciendo un trabajo que además de impecable resulta tremendamente estimulante.
Para este verano tengo un Kafka en la cola de lecturas pendientes.
Un abrazo.
Martín.
Gracias, Martín. En fin, foros como tu blog, y con tanto nivel los hay pocos. El nivel de la discusión es altísimo, y yo lo primero que hago por la mañana al encender el ordenador es visitarlo, porque me sirve de trampolín para iniciativas interesantísimas, de esas que hacen que a uno le entre un auténtico síndrome de Stendhal virtual.
ER
Gracias por ser un lector entusiasta y activo de [ el ojo fisgón ], Enrique.
Espero que cada vez que pases por aquí encuentres alguna cosa valiosa.
Un abrazo y buen finde.
Martín.
Estoy perfectamente de acuerdo con mi compañero anónimo.
Martín, esto de "... sacan a la luz nuevos valores..." suena a publicar en tiempos del dictador. Valores? Hay una literatura de valores? Pensaba que esto estaba superado con la muerte de "le romain moderne".
Es cierto que muchas editoriales pequeñas (independientes no sé)están ofreciendo a un perfil de lector más culto alternativas muy interesantes, pero creo que "El capote" de Gogol (Nórdica)que la prensa española ha saludado como el descubrimiento literario del año,no es exactamente ofrecer nuevos valores. Las obras de Gogol llevan publicándose casi dos siglos. Decir a un lector medianamente culto que Kafka, Stanislav Lem o Stendhal son nuevos valores es, en parte, ofenderle.
Saludos
Cuando hablo de "valores" me refiero a figuras y/o títulos que tienen un valor literario alto y que, por lo tanto, merecen salir a la luz. Y creo que una buena obra hasta ahora inédita o descatalogada durante muchos años lo es.
Yo no sé si la prensa dice que El capote es 'el descubrimiento literario del año' pero me parece que la edición de Nórdica tiene un mérito enorme. No sé si es una nueva traducción ni qué tal sea ésta pero el trabajo del ilustrador y del maquetador es excelente.
Los lectores no son tontos y no dejan que les vendan la moto, así que sabrán discernir por sí mismos si Kafka, Stendhal o Lem tienen o no algún valor.
Saludos y seguimos...
Martín.
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