summertime [ 30 ] / la rentrée littéraire francesa
La rentrée littéraire es un claro ejemplo de esa extraña capacidad que tienen los franceses de organizarlo todo en categorías taxonómicas y de la manera como al cabo del tiempo su uso generalizado va convirtiéndolas en arraigadas tradiciones. Francia es el país donde hay un nombre, un lugar, un momento y un procedimiento concretos para cada cosa. Allí todo funciona bien, aunque al ritmo de la inercia de la excesiva burocratización de todos y cada uno de los aspectos de la vida cotidiana.
Después de las vacaciones de agosto en las que el país se paraliza, a principios de septiembre tiene lugar la rentrée —el regreso—: el momento en el que los estudiantes, los políticos, la farándula, los trabajadores y hasta los desempleados retoman su aburrida rutina habitual. Además de la rentrée escolar, política, económica y farandulera,
Durante el verano circulan pruebas editoriales, adelantos de novedades y rumores en torno a ambos de manera que cuando los libros lleguen a las librerías ya se hayan generado algunas expectativas en torno a algunos de ellos. Gracias a estas intrigas en ese gran acontecimiento comercial que es la rentrée littéraire cada año emergen fenómenos como Michel Houellebecq, Frédéric Beigbeder, Amelie Nothomb, Jean-Paul Dubois, Maurice Dantec, Pierre Assouline y Jonathan Littell, que en ocasiones vienen respaldados por un libro de buena calidad.
Lo interesante es que el mundo editorial francés ejerce una influencia poderosísima en los mercados occidentales no anglosajones, por lo cual seguramente durante los próximos meses las editoriales de los distintos países estarán pendientes de los grandes éxitos comerciales de la rentrée littéraire y harán el esfuerzo de entrar en la subasta de sus derechos para intentar pillar al menos alguno de ellos. Sin lugar a dudas durante los próximos días emergerán y se consolidarán algunas tendencias mientras que otras se debilitarán y desaparecerán.
Las novedades de la rentrée littéraire de algunas de las editoriales más prestigiosas —algunas de las cuales seguramente darán mucho de qué hablar y llegarán al mercado de habla hispana durante los próximos meses— se pueden consultar en los siguientes links:
2 comentarios:
Oiga a propósito de la industria editorial francesa y Frédéric Beigbeder. ¿Cómo fue que este tipo terminó volviéndose un capo de la industria editorial francesa? Resulta que después de haber sido publicista pasó a ser crítico literario y ahora editor. Yo quiero saber qué come este man ¿será cinismo para preparar en microondas?
Juan, ni idea cómo llega Beigbeder a ser el editor de Flammarion. El hecho es que al tipo lo echan de Young & Rubicam justo después de publicar 99 francos. Era un redactor creativo pero no sé si sería una figura importante en el ámbito publicitario francés.
Lo cierto es que antes de que lo nombraran en Flammarion, Beigbeder tenía varias columnas de libros en distintas publicaciones impresas y hacía un par de programas de lo mismo tanto en la tele pública como en Canal+. Entonces claro, era una figura influyente en tanto que prescriptor de opinión sobre libros.
Igual después también salió de Flammarion por la puerta de atrás poco tiempo después de que Houellebecq se fuera a Fayard.
Ahora tiene su columna en Lire, sigue haciendo sus novelitas flojas y creo que sigue haciendo cosas para Canal+.
Y bueno, en Francia también hay redes de influencias: el papá de Beigbeder es un invesionista pesado y el hermano es directivo de Medef, que es la organización que agremia a los grandes empresarios.
Yo creo que si se añaden algunos indicios más se pueden atar muchos cabos.
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