jueves, 19 de febrero de 2009

una anotación de txetxu barandiarán sobre los cambios en el sector editorial

Txetxu Barandiarán anuncia en una entrada de hoy de convalor que ha sido invitado por la gente de Booktailors ‘a colaborar de manera estable en su blog’ y reproduce su primera colaboración, cuyo título es “2009 ¿Año de cambios?”.





Del texto de Txetxu me llama particularmente la atención el siguiente fragmento:


‘El cambio, en este sector que parece que nunca muta, es constante y silencioso. Entre otras cosas, es así motivado ya por el pequeño tamaño de sus empresas, que hacen del mismo un pequeño hervidero donde hay de manera continua gente y proyectos entrando y saliendo, ya por el propio dinamismo de la creación, que es capaz de vencer las propias inercias de la industria’.


Con este texto constato una vez más que las ideas de personas cuya experiencia en el sector les ha permitido conocerlo bastante bien me sirven no sólo para entenderlo mejor, sino también para eliminar ciertos prejuicios que tengo con respecto a él. Este párrafo en particular me hace preguntarme si en realidad el sector editorial es tan conservador y reacio al cambio como lo percibo o si lo que pasa es que el hecho de repetir una y otra vez que su capacidad de adaptación es baja me impide ver las transformaciones que se están gestando en él.


Un aspecto de este párrafo que me parece clave es el que se refiere al pequeño tamaño de algunas empresas del sector, que según creo les da una enorme flexibilidad a la hora de enfrentarse a los tiempos de crisis y de transformaciones provocadas por la evolución tecnológica.


A propósito de cambios en el sector editorial, recomiendo echarle un ojo al blog Paradigma Libro. Detrás de él están justamente Manuel Gil y Francisco Javier Jiménez, los autores de El nuevo paradigma del sector del libro —perteneciente a la colección Tipos móviles, de Trama editorial, que editan Manuel Ortuño y Txetxu—.

4 comentarios:

Jorge dijo...

La flexibilidad, la rapidez en la toma de decisiones, la innovación y la mayor capacidad de riesgo son condiciones que siempre han mostrado la pequeñas editoriales, características que las han definido y que las hacen fuerte, ese dinamismo. Y es ahí donde yo veo un gran potencial en estas empresas en este momento de redefinición del sector que estamos empezando a vivir. Es cierto que las grandes editoriales tienen más recursos financieros, pero justo por ello tienen menos capacidad de arriesgar. Quizá sea una visión demasiado sencilla, aunque efectiva.

Anónimo dijo...

Hola Martín: me agrada que el texto te haya sugerido otro posible 'contexto sectorial'. Te diré que lo que he podido ver en Sevilla este jueves y viernes pasado me reconfirma en esta idea.
Un abrazo

martín gómez dijo...

Jorge, creo que el tamaño de la organización y los procedimientos burocráticos también reducen la flexibilidad y el margen de maniobra de las grandes empresas. Por contraste esto pone en evidencia la ventaja con la que juegan los pequeños editores, que además cada vez más pueden entrar en el negocio sin necesidad de invertir grandes capitales.

Seguimos...

martín gómez dijo...

Txetxu, tu texto me ha resultado muy esclarecedor. ¿Cuándo nos contarás en detalle sobre lo que viste en Sevilla?

Saludos.
Martín.