miércoles, 20 de febrero de 2008

alain robbe-grillet y la historia del nouveau roman

Ayer durante mi sesión de lectura de blogs de la tarde encontré en La république des livres una entrada en la que Pierre Assouline se refiere a la muerte de un miembro de la Académie française llamado Alain Robbe-Grillet. Después de leer las primeras líneas de la entrada de Assouline paso al siguiente blog porque en principio lo que pase en la Académie française me tiene sin cuidado. Más adelante encuentro más comentarios sobre la muerte de Robbe-Grillet en la sección de libros de Le Monde y en Guardian Unlimited Books.



Cuando entro al blog de Jean-François Fogel, su entrada de ayer mismo me llama la atención desde la primera frase:


‘Con la muerte de Alain Robbe-Grillet (1922-2008) se cierra el episodio del Nouveau roman, el concepto que tanto éxito tuvo fuera de Francia. No se trataba de un movimiento literario, ni de un grupo de amigos sino de la primera configuración de un paquete conceptual listo para su promoción. Al escribir una teoría e inventar una etiqueta con su libro Pour un nouveau roman (Para una novela nueva), publicado en 1963, Robbe-Grillet creó una dinámica alrededor de una serie de autores (entre ellos Samuel Beckett, Nathalie Sarraute, Claude Simon, Michel Butor, Claude Ollier, Robert Pinget) que compartían con él una misma casa editorial: Les éditions de Minuit’.


A continuación dice Fogel:


Le Nouveau roman era un concepto para universidades norteamericanas donde se escribieron un sinfín de tesis. Pero Beckett, Sarraute, Simon, Butor escribían según sus criterios y la voluntad de configurar un movimiento organizado alrededor de la objetividad del narrador, de la muerte de los personajes, del abandono de la emoción a favor de la mirada fría, no eran más que unas frases en una teoría apartada de una práctica (…)


(…) la muerte de Robbe-Grillet es la muerte de una figura. La muerte de un creador de productos culturales, no la pérdida del jefe de una escuela como André Breton lo era para el Surrealismo (…) la teoría de Robbe-Grillet provocó una degradación de la calidad literaria que todavía Francia no recupera’.


La curiosidad que me despierta la entrada de Fogel me hace volver al blog de Assouline, donde tras leer con cuidado encuentro la siguiente observación que me parece interesantísima:


‘Es cierto que el profesor Robbe-Grillet, al igual que el Nouveau roman al cual él tuvo el talento de darle cuerpo y materia después de que el editor Jérôme Lindon tuvo la idea de hacer posar a algunos escritores de Minuit contra el muro de su casa (Beckett, Sarraute, Simon, Butor, Ollier, Pinget, Claude Mauriac, Robbe-Grillet) le deben mucho al apoyo indefectible de Tom Bishop de la New York University’.


Lo que encuentro más interesante en todos estos comentarios es el impacto que tiene en la historia la intervención de un personaje que al escribir una teoría e inventar una etiqueta no sólo ofrece los elementos para promocionar una corriente que termina suscitando un especial interés más que todo por fuera de su país de origen, sino que también contribuye a generar una especie de mito alrededor de los autores que pertenecen a ella.


¿Existirá alguna similitud entre el origen del Nouveau roman y el de otros fenómenos más cercanos como el boom latinoamericano, en los que se conjugan ciertas características literarias y el impulso dado tanto por la industria editorial como por la academia?


A propósito del boom recomiendo echarle un ojo a la entrevista que le hizo Tomás Eloy Martínez a Luis Harss, que es considerado por muchos el creador de este fenómeno.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No deberíamos perder de vista que Robbe-Grillet se autoproclamó padre del Nouveau Roman pero que contó con el apoyo, entre otros, de Roland Barthes y Maurice Blanchot, quienes encontraban en las obras de este movimiento precisamente aquello que estaban señalando en sus textos teóricos. No me parece justo decir que el Nouveau Roman se lo inventaron un par de editores avispados.

martín gómez dijo...

Gracias por tu comentario. No estoy diciendo que 'el Nouveau Roman se lo inventaron un par de editores avispados'. Lo que sugiero a partir de lo que leí es la posibilidad de que tanto la industria editorial como la academia hayan contribuido a suscitar un interés por esta corriente literaria.

Seguimos en contacto.
Martín.

Afronena dijo...

A estas alturas desconfío de los peces que nadan en los llamados "movimientos"... Más aún cuando se trata de autoproclamaciones o rotulaciones de "autoridades" intelectuales.

martín gómez dijo...

Ay, pues con lo neurótico que soy cada vez me da más urticaria ese afán de los comentaristas de libros y de la academia de etiquetarlo todo. Y ni hablar de la pose de artista de vanguardia que tanto se ve por ahí.

Pero bueno, supongo que al crear estas etiquetas y al asumir esas poses los comentaristas, profesores y autores buscan abrirse un lugar en su ámbito y justificar su presencia allí.

Un abrazo.
Martín.

Eduardo García Aguilar dijo...

No estoy de acuerdo de ninguna manera con la opinion un poco amarga de Jean Francois Fogel en contra de Robbe Grillet y el Nouveau roman. Es absurdo comparar a esta generación literaria con otros grupos que sólo han sido fruto de operaciones de marketing. Creo incluso que fue mucho más una "operación" el surrealismo del papa autoritario Breton y que hay mucha vacuidad en muchos de sus expositores y estrellas. Por el contrario el Nouveau roman sigue vivo en las verdaderas catacumbas de la literatura y de la prosa en la actualidad frente la atroz trivialización de la novela. Robbe Grillet es un ejemplo por muchas razones: por su ruptura con el tema decimonónico y por su rebelión sado-masoquista y sexual que hoy mismo suscita censura como ocurrió con su última obra. Además Minuit y Jerome Lindon son ejmplos inolvidables de lo que es una editorial independiente....

martín gómez dijo...

Eduardo, gracias por tu comentario. Opiniones bien formadas como la tuya me ayudan a entender mejor el fenómeno del Nouveau Roman.

Seguimos en contacto.
Martín.