jueves, 7 de mayo de 2009

donde pongo el ojo... [ 69 ]



Lecturas en curso


La corrida del 1 de mayo, de Jean Cocteau

Demipage

Madrid, 2009


Mi recomendado de la semana


A Edição de Livros e a Gestão Estratégica, de José Afonso Furtado

Booktailors

Lisboa, 2009


Me llama la atención


Open Me...I'm a Dog!, de Art Spiegelman

HarperCollins

Nueva York, 1997

miércoles, 6 de mayo de 2009

notas sueltas [ 5 ] / una rareza de fitzgerald, gomorra por martín franco y hermanocerdo 23

Desde que Seix Barral hizo a principios de 2007 una edición ampliada de Prosas apátridas he comprado ese libro varias veces porque siempre termino regalándoselo a algún amigo. Hace un mes largo no tenía nada que hacer un sábado en la tarde, así que decidí ir a comprar otro ejemplar de Prosas apátridas porque desde hacía tiempo tenía miedo de que la edición se agotara y yo no quería dejar de tener ese libro en mi biblioteca personal —estuvo descatalogado durante muchos años y desde que descubrí a Ribeyro en 2004 lo busqué hasta el cansancio—.


Fui a La Central del Raval a comprarlo y aproveché que estaba allí para echarle un ojo a las estanterías. Cuando estaba en la parte de narrativa anglosajona traducida, en una caja abierta que había debajo de una estantería me encontré con un ejemplar de un libro de Scott Fitzgerald que no conocía y que me pareció curiosísimo: El crucero de la Chatarra Rodante, editado en 1990 por Anagrama y traducido por Enrique Murillo.



El crucero de la Chatarra Rodante es el relato de un viaje que el escritor estadounidense y su esposa Zelda hicieron por la costa este de los Estados Unidos durante el verano de 1920 y viene acompañado de unas imágenes lindísimas. Según dice el autor de la introducción, Fitzgerald había escrito el texto para The Saturday Evening Post que lo rechazó y se lo vendió a la revista Motor.







Es una coincidencia que en medio del resurgir del interés por Fitzgerald a raíz de la salida de la adaptación cinematográfica de El curioso caso de Benjamin Button —al cual me referí hace un tiempo en la primera entrega de estas notas sueltas— yo me encuentre un libro publicado en 1990 que estoy seguro de no haber visto nunca antes porque en una época estuve a la caza de libros de Fitzgerald.


El libro me pareció demasiado barato para pertenecer la colección Panorama de narrativas —aunque es del tamaño de un compacto de los grandes—: 7.22 euros. Pero lo que más me llamó la atención del precio del libro es que debajo de la etiqueta en la que éste estaba indicado —que fue puesta el 1 de abril de 2009— había otra mas pequeña de la Distribuidora popular con un precio en pesetas. Cuando esta etiqueta fue puesta —necesariamente antes de 2002— el libro de Fitzgerald costaba 9.207 pesetas.






¿Dónde habrá estado este libro todo este tiempo? ¿Por qué estaba fuera de circulación? ¿Cuántos ejemplares quedan de la edición y dónde están éstos? ¿Se prevé reeditarlo?


***


En semana santa conocí al periodista colombiano Martín Franco, que actualmente vive en Madrid y en ese momento estaba de paso por Barcelona. Mientras hablábamos Martín me contó que estaba leyendo Gomorra para hacer un artículo para una revista pero que le daba mucha pereza seguir leyéndolo. Según me dijo, le molestaba que en todas partes se hablara tanto de Roberto Saviano y tan poco del libro como tal.




Por curiosidad compré Gomorra en Guadalajara y empecé a leerlo en diciembre pero lo dejé hacia la página 80 porque no me enganchó. En febrero o marzo volví a cogerlo para leerlo en el metro o antes de irme a dormir pero siguió sin engancharme y hablando con Martín no sólo me di cuenta de que llevaba alrededor de diez días sin abrirlo, sino que también decidí que no iba a leer las 45 páginas que me hacían falta para terminarlo. Sinceramente creo que lo mejor que tiene Gomorra es la imagen de Andy Warhol que ilustra la portada —al menos en la edición de Debate que yo tengo, por lo cual al final todo el mérito es para el artista estadounidense—.


Durante nuestra charla Martín y yo concluimos que a pesar de que la historia puede ser interesante y de que todo parece estar muy bien documentado, el libro carece de un hilo argumental bien articulado, el relato está bastante mal escrito —un problema de estilo que le da a Saviano el beneficio de la duda porque se les puede atribuir a los traductores— y la lectura es aburridísima.


En fin, el pasado 22 de abril Martín publicó en su blog una entrada titulada "El último grito de la moda" en la que declara lo siguiente:


'No pude terminar Gomorra. Lo intenté varias veces, postergué su lectura, lo empaqué día tras día en el morral con la esperanza de leerlo. Pero siempre que lo veía volteaba la cara. Tampoco logré encontrar una crítica al libro porque, según parece, ventilar ante el mundo a esta mafia le ha dado el ansiado tótem de la inmunidad. Tal vez por eso nadie dice que es un libro denso, fragmentario, que carece de un hilo conductor e introduce personajes que aparecen y se esfuman con una facilidad asombrosa; o que en repetidas ocasiones el narrador se pierde en una enumeración de datos que bien podrían ser una especie de copy-paste de los archivos que durante meses le facilitó la policía para su investigación. Gomorra es aburrido y está mal contado; esa especie de reportaje-novela narrada en primera persona que vuelve otra vez sobre el mundo de la mafia no me agarró nada. Será en otra ocasión, Saviano'.




Completamente de acuerdo, Martín. Nunca mejor dicho.


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Hace un par de semanas salió el número 23 de HermanoCerdo, que entre otras cosas contiene reseñas de dos novelas que fueron premiadas recientemente en los premios de Anagrama y Planeta, crónicas sobre La Habana y Tokio, un cuento de Leonard Michaels y mucho más.




Les recomiendo echarse una pasada por la página de HermanoCerdo.

martes, 5 de mayo de 2009

"has de seducir al librero"

El pasado martes 14 de abril en la librería Altaïr de Barcelona tuvo lugar la presentación de Los viajes de Emily Nudd Mitchell, editado por Demipage. Al final de la presentación me encontré con Diego Moreno, de Nórdica libros, y con Rafa Sánchez, de UDL libros. Al cabo de cinco minutos David Villanueva se acercó a agradecernos por haber ido a la presentación y se quedó conversando un rato con nosotros.


Mientras charlábamos David le dijo a Diego que como los libros de Nórdica aparecían con tanta frecuencia en las páginas de las secciones y los suplementos culturales tendría que darle algunos consejos para conseguir que la prensa le pusiera tanta atención como a él. Diego le respondió que ni se preocupara tanto por la prensa ni se desgastara intentando llegar a ella porque aunque una reseña de un libro en Babelia o en El Cultural solía hacer un aporte significativo al prestigio y a la visibilidad de la editorial, su contribución al aumento de las ventas era bastante insignificante. Alguien que se había unido a la conversación dijo que hoy en día quizás era mucho más eficaz orientar la estrategia de prensa hacia los blogs.


En ese momento Rafa, que había estado escuchando atentamente los comentarios de unos y otros, dijo algo que para mí le puso fin a la discusión: ‘Si quieres que un libro funcione, has de seducir al librero. Ahí está la clave’.




Desde ese día no he dejado de pensar en la manera como las decisiones de los libreros pueden llegar a incidir en la visibilidad que tiene un libro, en su posicionamiento ante el público, en la valoración que éste hace de él incluso antes de haberlo leído y, por lo tanto, en sus ventas y en el desarrollo de la conversación que se genera alrededor suyo.


Por otro lado, supongo que la influencia de los comentarios hechos en las páginas culturales o de opinión de los medios escritos, en los pocos programas de radio y televisión en los que se habla sobre libros e incluso en los blogs debe variar según la autoridad que el público le confiera a quien los hace, el tipo de lector al que lleguen y la clase de libros de los que se ocupen. Conozco lectores que toman nota de los libros que comentan autores como Enrique Vila-Matas, Juan Villoro o Rodrigo Fresán para añadirlos a sus listas de compras e ir a buscarlos a una librería en cuanto tengan la oportunidad de hacerlo. Hace casi dos años en un una entrada titulada "la influencia de los prescriptores de opinión" comenté el caso del boom que Rosario Tijeras, de Jorge Franco, tuvo en Colombia después de que Enrique Santos —quien es uno de los tres líderes de opinión más influyentes del país— escribió en la columna que tenía en el diario de su familia una elogiosa reseña de este libro que pocos meses atrás había ganado la Beca Nacional de Novela del Ministerio de la Cultura y que acababa de ser publicada por la editorial Plaza & Janés.


El comentario de Rafa me lleva a hacerme varias preguntas: ¿hasta qué punto puede el librero elegir los libros que recibe en su establecimiento para ofrecer al público? ¿Qué porcentaje de las compras de libros se deciden en el punto de venta? Del total de libros que se venden, ¿qué porcentaje corresponde a novedades editoriales? De las personas que visitan una librería, ¿cuántas solicitan algún tipo de orientación del librero? ¿Qué porcentaje de los compradores de libros cuentan con un librero de confianza?


Seguro que conocer las respuestas a preguntas como éstas puede ayudarnos a hacernos una idea con respecto al lugar que ocupan los libreros en el sector del libro y a la importancia del rol que cumplen en él.

lunes, 4 de mayo de 2009

campañas de promoción en el transporte público

Debido a la cantidad de gente que confluye en él y a su carácter itinerante, el transporte público es un excelente escenario para la ubicación de pauta publicitaria porque les garantiza a los anunciantes que sus productos y servicios tendrán una visibilidad enorme. En la serie de entradas que publiqué a finales del verano pasado sobre la rentrée littéraire de 2008 hice una sobre los avisos publicitarios que puso la editorial francesa Flammarion en el metro de París para promocionar algunas de sus novedades editoriales de la temporada.


Recientemente encontré dos casos en los que el equipamiento del transporte público de Barcelona —estaciones, paraderos, trenes, buses, etc.— fue utilizado como soporte publicitario en el entorno del libro y la lectura. Es raro que aquello que desde hace muchos años es el pan de cada día en el caso de los productos de limpieza, de la telefonía o de los automóviles parezca tan atrevido en el terreno de la edición de libros.


Como ya lo dije en las entradas en las que me referí a los avisos de Flammarion y a la manera como saymon ediciones comunicó la salida de su primer título, estoy convencido de que los libros deben promocionarse como cualquier otro producto o servicio y de que para hacerlo es necesario considerar todas las estrategias y herramientas existentes.


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Unas semanas antes del pasado Día Sant Jordi la editorial Destino puso algunos avisos en el metro de Barcelona para promocionar las dos novelas de la serie Millennium que ha publicado hasta el momento: Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina —tengo entendido que la tercera parte, titulada La reina en el palacio de las corrientes de aire, saldrá hacia mediados de junio—.



Los avisos, cuyo copy era ‘El fenómeno de culto’, estaban en muchas de las estaciones de metro de la ciudad y llama la atención que muchos de ellos estuvieran ubicados justo al lado de los que anunciaban tanto la convocatoria para las 250 nuevas plazas que ha abierto la Guàrdia Urbana como el tercer Concurs de Relats Curts Online que organiza Transports Metropolitans de Barcelona ((TMB) en asociación con los sellos de bolsillo Booket y labutxaca.







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Justamente para promocionar el tercer Concurs de Relats Curts Online, TMB puso diferentes tipos de anuncios en sus distintos equipamientos. Las pantallas que hay en los trenes más nuevos se usaron no sólo para promocionar el concurso, sino también para exhibir algunos de los relatos que participaron en sus versiones anteriores. La manera como se presentan los mensajes da cuenta de una falta de comprensión del lenguaje audiovisual —por parte de TMB y de quienes crearon y desarrollaron la campaña— y de una clara subutilización del potencial tanto de éste como de los monitores.













En cuanto a las herramientas que utiliza, la campaña de fomento a la lectura de Metro de Madrid es mucho más convencional y no me extraña que por la manera como explota los recursos de los que echa mano fuera mucho más barata y eficaz que la que hizo TMB para promocionar su concurso —que demuestra el mal uso que se puede llegar a hacer de las herramientas tecnológicas y los errores que se cometen cuando se cree que éstas en sí mismas son una solución innovadora cuya aplicación no requiere ningún tipo de reflexión—.





lunes, 27 de abril de 2009

sant jordi o día del libro 2009 [ 28 ] / balance

Pasado Sant Jordi, aprovecho para hacer un pequeño balance y algunas anotaciones.


Me alegra mucho haber recibido las recomendaciones de algunas de las personas del mundo del libro a las que más admiro y estimo, así como las de mi amigo Javier Moreno y las de El llegidor pecador. Además de los editores de algunas de mis editoriales favoritas —hay ausencias importantes como Jaume Vallcorba, Julián Viñuales y Manuel Borrás—, entre las 26 recomendaciones que publiqué están las de varios de los líderes de opinión más importantes del sector: Txetxu Barandiarán, Javier Celaya, Eva Orúe, Joaquín Rodríguez y Sergio Vila-Sanjuán.


Por experiencia sé que cuando se hacen este tipo de solicitudes que demandan tiempo para pensar y dar una respuesta uno puede darse por bien servido si le contesta la tercera parte de las personas contactadas. En este caso de las veintiocho a las que les escribí sólo tres dejaron de contestarme.


Lo que más me gustó de este ejercicio fue conocer y dar a conocer los intereses que como lectores tienen algunas personas que viven de, por y para los libros. Al fin y al cabo a la hora de escoger un libro para leer o para regalar nunca sobra recibir las recomendaciones de un experto. Otra cosa importante es que en las recomendaciones hay una cierta diversidad que sugiere que hay quien todavía se resiste a la homogeneización de la oferta y que da cuenta de la variedad de intereses existentes en nuestro medio —algo que no siempre se ve reflejado ni en las mesas de novedades, ni en las secciones de comentarios de libros ni en las ventas.


El caso de los editores me suscita una pregunta: ¿qué relación existe entre sus recomendaciones y el enfoque de las líneas y del catálogo de su editorial? Supongo que un editor no siempre puede publicar todo lo que quisiera y que las líneas y el catálogo de su editorial sólo cubren una parte de sus intereses.


Me llamó la atención que entre las recomendaciones aparecieran de manera recurrente algunos libros:


- Céline secreto, de Lucette Destouches y Véronique Robert (Veintisiete Letras)


- Adiós, Shanghai, de Angel Wagenstein (Libros del Asteroide)


- Me acuerdo, de Joe Brainard (Sexto Piso)


- La zona, de Serguei Dovlàtov (LaBreu edicions)


- Los viajes de Emily Nudd Mitchell (Demipage)





Bueno, y ahora los regalos: Ana me regaló Los relatos del padre Brown, de G. K. Chesterton, y yo le regalé a ella The Melancholy Death of Oyster Boy, de Tim Burton. Por otro lado, yo me regalé The Collected Stories, de Lorrie Moore —siguiendo la insistente recomendación de Javier Moreno—, y Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.





La Vanguardia publicó al final de la tarde del 23 de abril un balance de los libros más vendidos durante ese día:


Ficción catalán


1. Els homes que no estimaven les dones, de Stieg Larsson (Columna)

2. El silenci, Gaspar Hernández (Destino)

3. L"últim home que parlava català, de Carles Casajuana (Planeta)

4. La noia que somiava un llumí i un bidó de gasolina, de Stieg Larsson (Columna)

5. La solitud dels nombres, de Paolo Giordano (Edicions 62)

6. L"any del senyor, de Eloi Vila (Alisis)

7. Barcino, de Maria Carme Roca (Columna)

8. Olor de colònia, de Sílvia Alcàntara (Editorial)

9. El nas de Mussolini, de Lluís Anton Baulenas (Proa)

10. El noi del pijama de ratlles, de John Boyne (Empuréis)


Ficción castellano


1. Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson (Destino)

2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, de Stieg Larsson (Destino)

3. La soledad de los números primos, de Paolo Giordano (Salamandra)

4. La mujer de verde, de Almandur Indridason (RBA)

5. El secreto, de Rhonda Byrne (Urano)

6. El fuego, de Katherine Neville (Plaza & Jané)

7. Gomorra, de Federico Moccia, (Planeta) ¿WTF?

8. Tokio Blues, de Haruki Murakami (Tusquets)


No ficción catalán


1. Crònica de la independència, de Patricia Gabancho (Columna)

2. El món sobre rodes, de Albert Casals (Edicions 62)

3. No m"ho crec!, de Joan Majó (La Magrana)

4. La festa dels sentits, de Sebastià Serrano (Arta Llibres)

5. Perquè som com som, de Eduard Punset (Destino)


No ficción castellano


1. Anatomía de un instante, de Javier Cercas (Mondadori)

2. La crisis ninja, de Leopoldo Abadía (Espasa)

3. Todos mis hermanos de, Manel Estiarte (Plataforma)

4. Barcelona negra, de Rafael Jiménez (Planeta)

5. El factor humano, de John Carlin (La Campana)


Mediáticos


1. Cracòvia, (Columna)

2. Pep Guardiola, de Jaume Collell (Columna)

3. La pilota no entra per atzar, de Ferran Soriano (Ara Llibres)


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Gracias por sus recomendaciones —en orden de aparición— a Diego Moreno, a Marian Montesdeoca, a Sergio Vila-Sanjuán, a Julián Rodríguez, a María Moreno, a Eva Orúe, a Patricia Escalona, a Javier Moreno, a Enrique Redel, a Àngels Balaguer, a Jorge Herralde, a Luis Solano, a Elisenda Julibert, a José Pons Bertran, a David Villanueva, a Javier Celaya, a Damià Gallardo, a Miquel Adam, a Txetxu Barandiarán, a Jordi Nadal, a Joaquín Rodríguez, a Valeria Bergalli, a Santiago Tobón, a Manuel Ortuño, a El llegidor pecador y a Carola Moreno.


Y para terminar, un agradecimiento especial también para Paula Canal, de Anagrama; Núria Cots, de Libros del Asteroide; y Carol París, de Melusina.

jueves, 23 de abril de 2009

sant jordi o día del libro 2009 [ 27 ] / las recomendaciones de carola moreno, de barataria


Y para terminar esta serie, aquí van las recomendaciones de Carola Moreno, de Ediciones Barataria, para este Sant Jordi / Día del libro.


1. De los libros publicados por Barataria, ¿cuál recomienda para regalar el próximo 23 de abril?


Recomiendo Cuentos rotos, de Carlos Herrero, un libro de narraciones de uno de nuestros autores más jóvenes. Un chico con una voz narrativa muy personal. También, para los amantes en ciernes o los amores consolidados, los cuentos de Erótika, de Patricia de Souza.





2. ¿Cuál(es) libro(s) regalará el próximo 23 de abril?


He comprado en el mercado de San Antonio viejas ediciones de Simenon, de las novelas sin Maigret, como La viuda Couderc, El hombre de Londres (mi preferida), y La epilepsia. Espléndidas. A dos euros el ejemplar, perfectas para regalar en tiempos de crisis a los amigos. Para los lectores poco aficionados a los libros de viejo, Tusquets tiene buenas ediciones y estupendas traducciones de Simenon.






3. ¿Cuál(es) libro(s) le gustaría que le regalaran el próximo 23 de abril?


Espero, como cada año, un libro de Tabelaria, la editorial de arte de mi amigo Antonio Agra. Este año toca la edición bilingüe de los poemas visuales de Václav Havel, Antikódy/Anticodis. Son ediciones bellísimas, desde el punto de vista tipográfico, de compaginación y equilibrio texto-imagen. Para compensar tanta amenaza de eBooks.





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Para ver todas las recomendaciones hechas en este especial, hacer clic aquí.




sant jordi o día del libro 2009 [ 26 ] / las recomendaciones de el llegidor pecador


Las recomendaciones de El llegidor pecador para este Sant Jordi / Día del libro son las siguientes.


1. ¿Cuál(es) libro(s) recomienda para regalar el próximo 23 de abril?


Porque te reencuentras con la fuerza que tiene la escritura cuando se dedica a narrar, bien, unos hechos terribles y porque invoca eso tan antiguo pero tan cierto de que la lectura transforma:


Así murió el poeta Guadalupe, de Cristina Fallarás (Alianza Editorial)


Para estados alterados.





2. ¿Cuál(es) libro(s) regalará el próximo 23 de abril?


Porque es un texto necesario, porque despierta la capacidad crítica, porque no pararía de subrayarlo y porque es un objeto bellísimo —de gris, tan elegante:


La zona, de Serguei Dovlàtov (Labreu Edicions)


Para estados adormilados.


3. ¿Cuál(es) libro(s) le gustaría que le regalaran el próximo 23 de abril?


Porque es un gamberro lúcido que dice verdades 'a puñaos' y porque nos enseña que los reyes -y todos sus lacayos- van desnudos y porque sus columnas le gustan a todo el mundo:


La economía no existe, de Antonio Baños (Los libros del lince)


Para estados carenciales.